jueves, agosto 30, 2007

Sin comentarios

A ese poeta que me dijo que el surrealismo, ya no existe en la poesía.


Nació de un ciempiés
y terminó cobijándose con las
alhajas de mierda que poseía el camaleón.

Siempre dibujó en su rostro
una mirada misteriosa.
nadie sabía lo que llevaba en el cinto
pero al final supieron
que eran gelatinas de terciopelo
las que le temblaban en el corazón.

Es por esa razón que los murciélagos
se encargan de arrojar todas las mañanas
a la llegada del sol
el guano
que tanto desean los ingleses.




Lo hago siempre
cuando escribo
desde la visceralidad
la escritura me aborda de continuo y
me alienta a escribir palabras
que me invaden
y cuando lo hago
no dejo de exponer ante la pantalla
algo parecido a la locura.

miércoles, agosto 08, 2007

Vístete

Vístete
que es de noche
y descansa
mientras
ronda
por tu cuerpo
esa energía vital
que nos hace temblar.



Yo
Esta tarde
¡protesto!
no estas aquí
esperando
a no sé que beso
es imposible.
esta tarde
¡no estás aquí!

martes, agosto 07, 2007

Alegría probablemente

De que me sirve
escuchar el canto del mar
si noctámbulo estoy de alegría
¿y los muertos de este día?


Aprendamos amor.

Yo esperaría
a que vos dijeras algo...

y ¿si nos desnudamos?.

lunes, agosto 06, 2007

Di, tú

Di, tú
Que del silencio, no hay nada
sólo escombros que amontono en el papel.
Di, tú
Que el escándalo de las palabras
combaten una a una por resistir
su presencia en estas páginas dormidas.



A ti


(a quién si no)

No estabas
a las puertas del juicio final
por qué,
es casi seguro,
los ángeles se fueron contigo.

sábado, agosto 04, 2007

cuerpos

Suelto mis sábanas
hago malabares con mis manos
en tu ombligo.

Me estimas los labios
Me aproximas tu lengua
Me entregas los besos
Y mi colibrí sale
volando a tu encuentro.

Rasgo tu ropa
suelto tu pelo
y escojo
entre tus pechos y el ombligo
para zigzaguear con mi lengua.

Tú me insinúas. Yo me insinúo
Tú me acaricias. Yo te acaricio
y jugamos despavoridos a las extremas
conjunciones de nuestros cuerpos.

viernes, agosto 03, 2007

Hotel Séneca

(Córdoba)


Séneca, ciega, con años acuestas
-según dice el dueño- tres mil años.
Séneca, Ercilla, vivienda, costillas.
Villa, flores, muchas flores, cuelgan
señalando el pórtico de esta villa.

Séneca vivienda de las macetas rotas
Permaneces, impávida, extrovertida
como insinuándose a cada cual
sus senos perturbadores a un nadie
que atraviesa las paredes...

Séneca de filósofo, nada
No hay ni una palabra tuya
en este hotel, sólo tu nombre.



Misma hora

Hoy he confundido el arroz
sin darme cuenta,
la comida era
a la misma hora.

pero las fotos
quedaron bien
el cristal rompió en llanto
y una golondrina limpió
los besos que no soltó
la despedida.

Comí sólo arroz
a la misma hora
de todos los días.

poemas inconclusos I

en algún parque de esta málaga que inunda mis poros de cantos, de versos, de sol y de alguna que otra cagada de palomas.


Palomas

que lleva el viento
Vuelan, cagan, comen, revolotean.
mientras el sonido copular
de las lisonjas sorprende mis oídos.

La calle es de nadie
pasas, viento, risas, palabras
que se alejan, se acercan
mientras el sonido de campanas
y una guitarra me dan las tres de la tarde.

Hay calor, hay cuento
morriña de un exilio
que descansa en la mochila
mientras las sandalias
me llevan quién sabe adonde.



Baraja

Como escuálido deambulo
esperando de la ofrenda
un céntimo que abarque
mi derretido empeño en ser alguien.

Como don nadie me deslizo
entre estas calles
saboteando el pudor
de no sentirme una fábula
que se escribe para
quedarse marchita.


Otra vez

Porque palpita el viento
En esta ciudad de otros tiempos
porque hay silencio, calor, silencio
pasos que se pierden por estas calles.
el recuerdo,
mientras el canto no aparece en mi voz
no suenan mis manos la guitarra
cansino, fatuo, deambulo
en el laberinto de estas
viejas calles, marchitas, me pierdo
Porque no hay nadie
Porque no hay nadie.
Cinco céntimos, es verano.

poemas inconclusos II

Fusil

Cabizbajo pernocto
no es la noche la que velo
es la muerte.

Sencillamente ella
deambula buscando
el momento preciso
y arroparme en sus sueños.


Metáfora

Pese a todo
Seguimos siendo un número
En las mentes metálicas del
fondo monetario y del Banco Mundial.


Metáfora

Pasé por estas calles,
antes ya había escrito un verso,
y es que el exilio sólo
se entiende cuando se camina...



amanecer.

y vos conmigo
te desquitaste
el llanto,
conmigo dibujaste
la noria que
crecía en tus nalgas
cuando ya nadie nos veía.

no, no sigas, no marchitas
ama poco, amo el llanto y
este silencio que lentamente
se apodera de mis manos.