lunes, octubre 29, 2007

el hombre cocodrilo

En el pueblo de los pájaros pintados corría la leyenda del "hombre cocodrilo" que solía visitar la plaza para dormir en las casas de cualquier vecino del río o en el parque junto a los bancos.

Una mañana, los hombres se reunieron para ver que era lo que tenía el joven que plácidamente dormía en el banco de madera en la plaza del pueblo. Tenía en su cabeza un sombrero de brillantes colores, y que a los del pueblo les irritaba sus ojos. Despacio se acercaron a él. El joven con harapos se tapaba la cara mientras dormía. Una luz brillante que despedía el sombrero penetraba las pupilas de los que poco a poco y con sigilo, se acercaban.

Cuando hubieron rodeado al joven, el más anciano, con un bastón, le hizo despertar. El joven despertó sin ningún sobresalto, les vio a todos, asustados. Y con voz suave preguntó - ¿Qué queréis de mí? -. El más anciano con las manos en los ojos le espetó - aparta el sombrero de nuestra vista que nos ciega la luz - . El joven replicó: - Vosotros no sabéis lo que veis. No es la luz la que os molesta. Esto que vuestros ojos decís que ofende, no es más que el temor que escondéis quien sabe en que sitio de vuestros cuerpos. Un niño que pasaba cerca del alboroto del pueblo, saludó al joven. Este le sonrío..., le lanzó el sombrero al niño y de un salto lo alcanzó y colocándoselo a la cabeza, se marchó.

Veis – dijo el joven -. Si vosotros no desconfiarais, la luz de aquél sombrero..., no les haría ningún daño. Tampoco al hombre cocodrilo que tanto le teméis y que viene a vuestro río le tendríais miedo, os lo aseguro. El anciano al oír las palabras y ver al niño que se alejaba saltando por la calle del pueblo, sintió cómo se desprendía lentamente de sus ojos, una transparente piel, igual que las serpientes al mudarla. Y el sombrero, su luz, ya no ofendía a sus ojos, la luz brillante, no existía. Mientras los demás del pueblo, increpaban al joven cuando éste se convertía en cocodrilo. Le perseguían tirándole piedras al arrastrarse por la plaza rumbo al río. El niño y el anciano despedían al joven que partía rumbo al río. Los demás, asustados apedreaban al hombre cocodrilo. Mientras el niño y el anciano del pueblo de los pájaros pintados marchaban, observando cómo dormía en el banco, el joven del brillante sombrero. Todo había sido un sueño.




Todos mis relatos, son, precisamente eso, relatos. Invenciones literarias, esas que nos hacen cosquillas cuando las escribimos, y, que al leerlas nos vuelven hacer cosquillas. Dejo, siempre, que cada cual saque sus propias conclusiones y, de vez en cuando, también, me gusta compartirlos. Y que escriban lo que les dicen..., porque como decía un amigo mío "todo punto de vista es la vista de un punto".

19 comentarios:

  1. Moraleja: nada nos hiere más que el recelo y el miedo...

    Me ha encantado.

    Un abrazo

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  2. El eterno miedo a lo desconocido o a lo nuevo por conocer. Hermoso relato, amigo.

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  3. Y es así, cuando no sabemos tememos...

    Nuestra mente nos hace esa mala jugada, nos aterra para seguir aprisionandonos así somos esclavos de la mente, de sus juicios, su separación y sus temores...

    Dejar la mente allí y conectar con el corazón, allí donde el tiempo no existe, no hace falta tener razón ni ser mejor ni más rico que otros...

    Gracias, hermoso relato y hermoso Silvio que estoy escuchando!!!

    Un abrazo!!!

    Lidia

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  4. Miedo a lo desconocido... o lo que hemos aprendido, de lo que nos han contado de lo desconocido...

    Me gust� y con tu permiso volver�

    un saludo

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  5. Anónimo12:52 a. m.

    Quien puede mirar con ojos de ni�o y sabe ver con ojos de anciano,,ese,, no tiene miedos.

    Uff,,que edad mas mala tengo,,,soy de miedosaaaaaa.

    Un abrazo.

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  6. Ese miedo a lo desconocido, es algo innato... todos lo tenemos y muchos le huimos y no nos decidimos a afrontarlo.

    Saludos Txanba

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  7. Hay que voy a decirte..como me ha gustado?? eso ya te lo digo siempre!!!

    Vuelvo a reiterar mi convicción de que nuestros peores enemigos, los que más trabas nos ponemos, siempre somos nosotros mismos. Nos cuesta mirar más ahí de las capas de la superficie.

    Un abrazo enorme sureño!!

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  8. El miedo a lo desconocido siempre produce temor y hay que afrontarlo para saber que detrás de él

    Un abrazo!!!

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  9. Pues me ha encantado la historia pero me quedo con las palabras de tu amigo, que verdad que es ;)
    Besos.

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  10. vale, miedo a lo desconocido, pero yo pienso que es más: a lo que no es como nosotros.

    Un beso.

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  11. desde que el mundo es mundo..el hombre critica o ds`recia aquello que no entende, que le supera, o simplemente que descocnoce...
    tantas siglos y seguimos exactamente igual tx...
    besossssssssssssssssssss

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  12. Bonita la historia y el mensaje más aún, ya que en verdad al crecer nos volvemos una serie de corazas y mascaras que nos impiden ver y mostrar las cosas como realmente son...

    Un beso!

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  13. Pues a mí me encantan tus relatos, porque no dejan a nadie indeferente, tienen una moraleja, me recuerdan a los cuentos de Bucay, después de leerlo te llevas un aprendizaje, que en fin ya te han dicho los anteriores comentarios.
    Un abrazo y gracias por compartir

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  14. Real o no, pero es muy impresionante, sobre todo porque la lectura avanza sin querer suspenderla, eso es lo que más llama la atención e impresiona.

    Genial

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  15. dices aquí cosas importantes; la confianza es lo único que puede resolver la paradoja del prisionero, y aún siguen los lógicos y los economistas debatiendo soluciones y problemas interminables.
    Un abrazo

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  16. Miedos que impiden ver más allá. Nos perdemos los instantes verdaderos y hermosos.
    Un gusto venir a tu casa.
    Te abrazo!

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  17. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  18. El miedo a lo que no conocemos, a lo que no podemos controlar, a lo que nos rompe los esquemas... Por suerte hay muchos jóvenes como el que duerme en el banco. Si no, no habríamos salido de las cavernas.

    Precioso cuento, Txanba, me fascinan las historias con ese derroche de imaginación. Besos.

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  19. Me ha encantado cielo, es precioso.

    Besotessssssssssss

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