Enmudece el tártalo
al otro lado de la barra.
con ojos inquietos
arrumba su pocilga con sus manos
mientras me da de beber
el puñal que tiene en el esófago de sus manos,
transpiro como un sonámbulo
tras los asientos de los que no me muevo
mientras escucho el latir de
una guitarra al fondo de la taberna...
todos cantan en desafino
pero no importa.
Y vuelvo el oído trasnochado
mientras mis manos pasan página tras página
imaginando todo lo escrito en un instante,
mis ojos se pierden en sus letras.
La novela que leo en este bar
se ha convertido en algo
parecido a los sueños que
soñé siendo aún, un pordiosero de la poesía.
Sigo sorbiendo el vino
que me ofreció mi amigo el "tártalo" de mote
por sus brazos y manos pelos y un ojo en su cara,
sonríe como adivinando mi partida imaginaria
no impide las sonrisas por un momento.
la cuchara que ofrece antes de remover,
con sutiliza, el mojito cubano,
que le da a una amiga
endulza con avidez la bebida
que todos piden en la barra
de este pequeño bar incrédulo a mi realidad.
martes, abril 01, 2008
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Me dejé llevar y se me llenaron los ojos de lágrimas... hoy estoy sensible.
ResponderEliminarUn beso!
Es fácil dejarse llevar contigo ;)
ResponderEliminarBesos muuuuacks!
Te leo y me dejo llebar por tus palabras... que siempre, siempre, nos transmiten algo
ResponderEliminarUn "Biquiño"...
¡Muy buen poema!
ResponderEliminarSi hasta oí los desafinos, lo ví al tártalo y bebí con él en ese bar incrédulo a tu realidad.
:)
Me gusta el ritmo y la forma del poema, atrapa hasta el final.
ResponderEliminarMe dio la impresión de ebriedad, al principio, luego , de una lucidez de surrealista, al final.Y me gustó, como siempre.Será que me dejé llevar.
ResponderEliminarUn abrazo
Me sitùas en el preciso lugar adonde fuiste pero no estuviste...
ResponderEliminarBilocaciòn casi:)
Un abrazo, Txanba
Como siempre, eres especial y grandioso escribiendo...
ResponderEliminarBesotes cielo