Al final queda
en el reflejo de una ventana
y la mirada puesta
en un no sé que
pistilo de tus labios
o en un lunar púdico de tu cintura.
Acaso muere el tiempo
tras las ventanas?
esas que me susurran al oído
caricias que desbordan el alma.
No sé si es el tiempo o la lluvia
la que me hace cosquillas en mi cintura
o es el recuerdo efímero de tus caderas
moviéndose a un ritmo pretérito
las que me hacen sentir
que mi cuerpo se acerca
todos los días
al péndulo final de tus caricias.
lunes, mayo 12, 2008
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:)
ResponderEliminarLetras que aman...
Es una belleza leerte, Txanba!
Besos!
Un poema inmenso, amigo. Bravo!!! Abrazos.
ResponderEliminar"No sé si es el tiempo o la lluvia
ResponderEliminarla que me hace cosquillas en mi cintura
o es el recuerdo efímero de tus caderas
moviéndose a un ritmo pretérito
las que me hacen sentir
que mi cuerpo se acerca
todos los días
al péndulo final de tus caricias."
genial
Qué bonito..!
ResponderEliminarEl tiempo no muere... ni pasa, somos nosotros los que nos pasamos.
ResponderEliminarMuuuuuuuacks!
Me encanta tu final.. la cadencia de las palabras.. suave pero sonora..
ResponderEliminarun beso!!
Bellísimos tus textos. De a poquito voy a ir leyéndolos todos.
ResponderEliminarAgradezco mucho tu visita y la oportunidad que me diste de acceder a tu mundo.
Un beso grande!
Sobran mis palabras, y regreso para apropiarme y hacerle mío el poema.
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