- Por fin, lo he decidido, esta noche a las dos de la madrugada, me suicido - dijo con un golpe seco en la mesa-. No quiero que me moleste nadie, advirtió. Dejaré la nota cerca de la ventana para que la lean todos, y sepan porque me suicido - bebió el último trago de vino, se limpió la boca, miró por última vez a todos abrió la puerta y se marchó. Nadie más lo volvió a ver hasta pasado un tiempo. Apareció convertido en Mariposa. Realmente no era un suicidio pero él así lo entendió.
miércoles, abril 30, 2008
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Murió para transformarse en otro ser... en realidad no murió, mutó...
ResponderEliminarMe gusta que me dejen pensando y vos lo lograste! :)
Un beso!
Tal vez fue algo parecido a la transmutaciòn del alma de San Agustìn. Abrazos.
ResponderEliminarSe suicido pero resurgió, así lo entiendo yo.
ResponderEliminarSaludos.
Bueno toda transformación conlleva dejar algo atrás...espero que así sea más feliz...batiendo sus alitas...
ResponderEliminarBSS
Renació de sus cenizas ;)
ResponderEliminarMuuuuuuacks!
Yo aún soy ese gusano que espera convertirse en mariposa.
ResponderEliminarMe gusta el relato, mucho.
¡Qué relato más fino!
ResponderEliminarfue la libertad de ser tu papalot...
ResponderEliminarque bello...
ojito Txanba... a veces el suicidio es sólo eso eh...
cuidate mucho y no te me suicides nunca...
muxux