Uno no sabe
si rasgarse las vestiduras
o ponerse a leer las mil
y una noche de no sé qué.
Pero vos estás ahí,
rizándote el cabello
acariciándote la espalda
y arañando del viento
la silueta inalcanzable
de no sé qué actor.
Yo, como ciego
y silente ajeno a todo
me restriego los ojos
como queriendo quitar
el último vello que me quedó
después de hacer el amor
con tus piernas.
Así es que, uno no sabe
si poner a llorar
por tanta mierda
que lee en los periódicos,
menos que mal
quedamos vos y yo
para hacer el amor,
y arreglar en la cama
el mundo que sigue
sumiéndolo el capital
al abismo del que será
imposible salir, mientras tanto
¿volvemos a hacer el amor?
miércoles, febrero 25, 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Creo que seguir haciendo el amor es el mejor remedio ante tanta miseria humana que se ve todos los días. Abrazos.
ResponderEliminarmientras tanto... ¡¡¡sí!!!
ResponderEliminarvolvamos a hacer el amor
...y que el fuego encendido por ese amor no se consuma nunca,
es lo único que salvará a la humanidad y le dará la paz,
o por lo menos eso espero
besos y muchos abrazos!!!!
“el último vello que me quedó
ResponderEliminardespués de hacer el amor
con tus piernas”.
¡Vaya amigo! ¿Cómo se puede hacer el amor con las piernas?
No te molestes, me pareció un lindo poema.
Mis saludos.
Menos que mal y mucho que bien..
ResponderEliminarMe gustó mucho tu blog. Tus poemas más..
Saludos