martes, junio 13, 2006
El vendedor de rosas
Cuando El vendedor de rosas se sentaba a vender era porque la noche anterior había soñado con dios, pero si el sueño no llegaba, iba a su jardín donde aparecían siete rosas con una mancha azul en un pétalo de las siete rosas de sus siete jardines. Eso ocurría cada siete años, en el séptimo mes del día siete del mes, a las siete de la mañana. Ofredo, con setentaisiete años, recordaba, que tan sólo, una vez, no había ocurrido, y fue el día en que su madre, al acostarse, no volvió a abrir los ojos, se cree que esa noche soñó con dios. Y fue precisamente un día siete del séptimo mes, cuando Ofredo se disponía a arrancar las rosas de su jardín, a las siete de la mañana con setentaisiete minutos, el mismo día en que su madre cumplía setentaisiete años, en la séptima luna, precisamente el día en el que Ofredo - el vendedor de rosas - cumplía años.
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