miércoles, junio 28, 2006
no estas
No estas en el silencio ni en este taciturno anhelo
Me quedo esperando el canto que no volverá
Por eso nadie se atreve a expandir la hiedra
y mis manos son solo el universo ajeno al vuelo.
No estas en este silencio y siempre llegas tierna
Me quedo a ver si vuelo sin quebranto
Con él reposaste tus besos y el llanto
La luna vuelve a ser las misma junto a mi pierna.
Mis piernas débiles de tanto amor y cobardía
sé que no tendré la luna, el llanto y tus besos
mientras se queda esta hidra con mis yesos
y escribiré tu rostro, tus manos algún día.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario