sábado, diciembre 30, 2006

Náufragos clandestinos




Clandestinos de la misericordia
y rebeldes del corazón.
Incrédulos ateos y benditos por Jesús crucificado.
Mañaneros y madrugones de la esperanza,
¿Hacia dónde os dirigís con tanto aguacero?
¿Hacia dónde apuntáis con tanta niebla en la historia?
¿Cómo encontráis vuestra salida a tanta mierda?
¿Cómo sabéis que la vida se lleva con los pies descalzos?

¡Oh! Náufragos,
hombres-mujeres que viven donde os reciban,
sabremos los mortales, algún día,
de vuestra disposición a tanta vida marcada por la vida.
Siento vuestras miradas que rasgan mi conciencia,
Siempre he sentido vuestra presencia en mí... que deambulan solícitos a mis brazos. Que viajas directo al estiércol que se viste de Con nuestras miserias. Estaré con vosotros, sufriré con vosotros El silencio evangélico de nuestra presencia sin rostro
y siempre será hasta el final.

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