miércoles, junio 29, 2011

poema

Te amo porque sé que te amo
porque andando por los montes de tus pechos
he sido capaz de alcanzar las cumbres más altas
porque sé que adivinando cada poro de tu existencia
es como zigzaguear en algún croquis difícil de leer,
es cómo escampar a la orilla de tus caderas
y oír fielmente la letanía de tu estómago.

Te amo, sin saber, que existes en este mundo
lleno de conjeturas enciclopédicas y porque
desde que te vi sé que existes...
que siempre has estado allí, trémula, silente
con un rutina casi inalcalsable.
Te amo, pues, porque me da la gana de amarte
y eso que somos tan distante en el tiempo
Te amo porque sé que te amo
y porque sé que no me llamarás
ni me escribirás a los albores de mi gmail.

Te amo como cuando bebo el borde de una copa
como anhelo el aire que respiro, y el agua de la que existo
como acaricio tu espalda entre tanta ropa que te adorna
te amo, porque sé que no lo crees y porque sé
que entre tú y yo concretamos el tiempo y la distancia.

un viaje en tren

Van cambiando las imágenes
que se muestran al paso del tren
las siluetas parecen difuminadas
eclécticas y transparentes.
La velocidad del tren no parece
disminuir las siluetas de los árboles
más parecen retroceder
a tal velocidad que las hojas
y las ramas parecen bailar
al paso de las caricias cromáticas
que les dispensa al paso el tren.

domingo, junio 26, 2011

un cuento a dos manos

Un cuento que se escribe solo
que se mezcla entre tanta epifanía
que se deshace suavemente en tus manos
que se cuenta en las plazas
cargando ánforas cristalinas.

Un cuento que se enreda solo
que se mezcla con tus manos y las mías
que se deshace en tus labios y los míos
que nos cuenta la historia de tu cuerpo y el mío
un cuento que se escribe solo y a dos manos
con una inusitada armonía de amor y rebeldía.

martes, junio 14, 2011

poema de amor

Una boina
barba y verde olivo...
Che


En el día de su natalicio...

jueves, junio 09, 2011

Me precipito

Me precipito taciturno
como meditando
el ánfora que yace
en mis manos...
como queriéndole
arrebatarle el tiempo a
mis cicatrices añejas
como queriendo atisbar
lo inconfundible que es
dejar atrás la vida
en alguna camisa vieja
que dejé en aquella selva
que ahora me parecen
casi extranjeras.

No soy yo

No soy yo
cuando mis manos tiemblan
si ellas lo hacen
es porque
tú estas en mi
quiero decir,
cerca de mi
que mis palpitaciones
aceleran el tiempo
y lo vuelve casi menudo
y ceniciento.