miércoles, octubre 29, 2008

adiós

Grité tu nombre en el púlpito de la vida
llamé al número que tiene el silencio
y por más que llamé tu voz no se oyó
ni siquiera en letras, adiós...

¡y no me molestes más!, parecía decir tu silencio.

Hoy

hoy ha sido difícil
ver tu rostro entre la gente.
He sido incapaz de descifrar
tus gestos entre la gente.

Hoy ha sido difícil decir
que la poesía es parte mía.
Hoy ha sido difícil
hacer cosquillas al viento,
él vino y me arrodilló con sus caricias.

Hoy a estas horas y en este
habitáculo que sirve de refugio
he visto caer antorchas en el suelo.

viernes, octubre 24, 2008

San Saturio









No hay más que ver el sitio
para entender porque el silencio
irrumpe con fuerza en los
que se animan a escribir.
Aquellos que se sonrojan por el viento
y sienten ese hálito misterioso
para dejar - o hacer - sonar en el papel
lo que las musas, si las hay, le inspiran.

Monasterio de San Saturio. 9/10/08

miércoles, octubre 15, 2008

Saltan los exilios.

Saltan las gaviotas en la orilla de la ría.
las veo volar al rededor de una pájara
que les vence el vuelo una y otra vez.
Las tardes de este otoño se parece mucho
al olvido que describen los que olvidan.

Saltan las gaviotas en la orilla de la ría.
Las veo volar encima de un pez muerto
que flota en el agua que le lleva a la mar.
Las tardes de este otoño no tienen nada
que ver con los recuerdos que hoy recuerdo.

Las aves vuelan, las gaviotas vuelan,
los peces muertos vaticinan la melancolía
tristeza de un exilio en este Bilbao que se
esta haciendo mío y eso que ya soy de donde vivo.

sábado, octubre 11, 2008

sabiduría

El tiempo es nuestro - dijo el niño -
cuando con una sonrisa demostró
que más vale ser feliz que morirse de risa.

martes, octubre 07, 2008

Un juego maravilloso

Como cual pez
me sumerjo entre tus piernas
y descubro, plácido
el silencio de tus manos
que me acarician la espalda.

viernes, octubre 03, 2008

Que vengan

Que se quede la monserga
de los políticos en las cloacas
que se queden además
sus ridículos discursos en la basura.

Que vengan los niños, los ancianos, las mujeres
y que nos inviten a convidar en el tiempo
la noticia de que todo ha sido un mal sueño.

Que vengan a cobijarnos de verdad,
con las manos abiertas y sin mentiras,
que nos adornen con sus verdades la oropéndola
y que dibujen con nosotros el futuro
del que depende nuestro planeta.