miércoles, febrero 21, 2007

Poemas con-partidos

I

Aquí estoy arrebatándole
al viento la inocencia
Arrebatándole al viento
los girasoles
que me espanto siendo
niño y que hoy no encuentro
en ningún sitio de este
mundo, de este botxo.


Aquí estoy...

Evitando que el elefante
aplaste a las hormigas
Evitando que el gringo
arrebate el vuelo a las mariposas
Evitando entre otras cosas
ser cruel conmigo mismo


II

Quien tiene miedo de rumiar
a la esperanza es
doblemente cobarde
A ella se le cuida como
quien cuida a un geranio en flor.

Quien oculta la sonrisa
a los ángeles de nadie
se queda como
siempre hablando solo,
se queda como aquél
enjambre de abejas asesinas,
que no tienen una reina
que atender, mejor así
la república es mejor
a una reina o rey.

Quien oculta la mentira
aún sabiéndola
es cómplice de
los medias cara pálida.

miércoles, febrero 14, 2007

Hagamos.

Hagamos de la ternura
una ventana a lo desconocido
Y que el silencio haga
brotar de la nada, sonrisas.

Hagamos de la misericordia
un emblema que cautive
Para que la esperanza
y la sonrisa de los viejos
se mantengan en
el refugio de
los niños nuevos.

martes, febrero 13, 2007

Volveremos.

“Volveré y seremos millones”
Tupac Amaru.


Y esculpiremos de
los recuerdos sus nombres.
Y dibujaremos en
el silencio sus rostros.
Y pintaremos sus
venas al viento
para que crezcan
otra vez sus rostros.

Y nadie más dolerá
sus entregas
en este continente
de América nativa,
para recordarlos solamente
ensalzaremos
sus canciones al viento
y nadie más
llorará sus vidas.

Y así, sin decir ni
una sola palabra,
los culpables de tantos años
de casi 5oo y más años,
del vacío,
volveremos a ser millones.

lunes, febrero 12, 2007

Cosas de este mundo

primera parte.


La vida se mezcla entre la desgracia y la alegría; entre el silencio y el ruido; entre la espera y la partida; entre la mentira y la verdad que se queda en este abanico incoloro que es la vida... la vida es amor y rebeldía, es ternura y deseos. La vida es simplemente vida.


Y así justificaron todo.

Un elefante salta sobre una hormiga
una hormiga se ríe de los gringos
los gringos no hacen más que llorar
y si lloran es simplemente
porque de las torres gemelas
los muertos ya se sabían.


Huyo.

Cabalgo misteriosamente
por las celdas y sendas del olvido
mientras estiro las cicatrices
de esta piel que se encoge.


Ábreme el costado.

Ábreme el costado izquierdo.
y verás que no miento
porque la mentira la inventa la televisión.

Ábreme el costado izquierdo y verás
que desde entonces nadie me quiere
ni un minuto en silencio
porque ese silencio no dice la verdad.


Algo muere cada día.

Hojas muertas derriten su inquietud
bajo el asfalto seco y rotundo
de esta ciudad incandescente.

Hojas que lleva el viento
en su infinita sobriedad volando
Volando bajo el sol
de este universo moribundo.

Hojas secas de clorofila elemental
parpadean la vida que se marcha
en ese hálito improvisado
con una musicalidad parecida a la muerte.



El azar de ese día.


Hoy recuerdo
el tibio soplo
de una bala en mi piel
se protege de silencio
en las mejillas de cristal.

Mis besos que lancé
al que muerto yacía,
en los asientos
de otro verso,
el cuerpo inerte
de otro muérdago amigo.


El ojo durmiendo.

Falta el ojo,
el ojo faltaba.
Durmiendo el ojo
en cama durmiendo
y el ojo faltaba...

Soñando durmiendo,
despierto soñaba.
Durmiendo soñaba
y el ojo faltaba.

¿Habrá alguna noche
dormida en mi ojo?
Le falta el sueño al ojo,
al ojo le falta el sueño.

Le falta el sueño durmiendo
durmiendo, durmiendo
al ojo le falta el ojo,
Durmiendo, durmiendo...


entre la aurora y tú


No te quejes aurora
que la vida nace contigo.

No te quejes amor que
en este silencio
la dulce sensación de tu mano
se quedó en mi pecho
cuando decidiste marchar.

Y sin decirle a la noche nada
me puse a escribir estos versos,
que de nada me sirven,
sólo,
para cuando la
aurora vuelva a nacer.
Tú te hayas marchado
definitivamente a buscar
otro silencio en otros brazos


Nadie.

Nadie adivinó
de que las nubes
se convirtieron
en un monstruo
andante de la comedia...

domingo, febrero 11, 2007

Chat.

Charli: [-]
Aroa: [--]



- Hola, ¿Sigues ahí?

-- No me he ido... ves como no es necesario decirte hola, estoy y no me ves, no estoy y sigue siendo lo mismo.

- Bueno, si te hable fue por algo..
no entiendo porque me dices que te vas y no te vas..
tendrás tus razones, digo yo no lo sé.

-- Pues, si, que le dirías al tiempo, si fuese una persona?

- Que se fue.

-- Ves, yo le diría que me espere

- Y yo que estoy aquí viendo pasar las letras de la persona que realmente te interesa... y de pronto, nadie se percata de que vos, seguís ahí, tierna., pero viendo como el tiempo, se marcha.. y deseaba tanto, el tiempo, de acariciarte.

-- No entiendo..

- Es mejor así...

-- Porqué

- Porque del otro lado, cerca muy cerca esta el silencio.

-- Y...

- Silencio...

-- Bueno, si es lo que quieres... yo no puedo hacer nada. Al silencio no le puedo hacer nada, solamente escucharlo.

- No le hagas nada... no hace falta. sigue con tu cuento que haces cada día, y viví como dibujando en tu pecho, el amor que siempre has deseado y vive, vive, que la vida, sí, depende del tiempo. pero del que no es persona... él es inasible a todos. el nos destroza lentamente la figura cotidiana de todos los días.

-- Sigo sin entender ¿porqué no querías hablar conmigo... y porqué sigues sin querer hacerlo?

- Cuando ves que algo hay en el camino que puede interrumpir tu andar, ¿qué haces? lo quitas, lo apartas a un lado del camino, y sigues andando como si nada... el camino y no el río, es el que nosotros hacemos, andando. Al andar se hace camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar, dice el poeta.

-- Entonces yo puedo interrumpir tu camino

- Al revés, preciosa, al revés...

-- Entonces, creo que lo entendiste mal... ¿Porqué piensas que yo creo que interrumpes mi camino?

- La respuesta esta mas arriba...

-- Podrías repetírmela, por favor

- No, porque esta escrita arriba... la puedes leer...

-- Pues, no lo entiendo me lo puedes explicar

- Con lo escrito, ya está explicado todo preciosa, mira que eres preciosa...

-- Vale, pues gracias entonces, sigo sin entender nada.

- Con que estas mirando, y, leyendo las letras, ¿con los ojos?, o, a ellos, le añades el corazón o ¿no?... ¿cómo has leído todo lo que te he escrito?

-- Si, con los dos intento hacerlo siempre. Combinarlo.

- Si, pero todo lo que te he escrito, te lo he escrito, con mis neuronas pero sobre todo, y es lo mas importante, siempre que estas frente a mi, con el corazón... pero, porque con vos me desnudo siempre, la transparencia se vuelve dúctil cuando estas tú. Porque te veo de esa manera, ojos y corazón.

-- Me alegra leer eso pero, sigo sin comprender.. nada.

- Que quede así, preciosa...

-- Pero porque tiene que quedar así, no creo que esa sea la solución o, mejor dicho, ¿qué es lo que tiene que quedar así?

- Si lees otra vez lo que he escrito, ahí, esta la respuesta.

-- Si, lo He leído como 5 veces debo ser muy estúpida porque sigo sin comprender nada, pero bueno....

- Bueno, me tengo que ir, cuídate, vale. Hablamos mas tarde.

-- Veo que esta vez no quieres contarme nada... así que bueno que tengas buen viaje, ¿vale?.

- Cuídate, un beso.

viernes, febrero 09, 2007

Escribo luego existo

Hoy que ha nacido el tiempo de escribir, me animo a lanzar la tinta al papel y dejo de sembrar orquídeas asesinas en este renacer creciente de las noches en vela.

Te escribo mientras tú te dedicas a construir con tus manos en la superficie de ese material denominado papel. Miras, asombras, percibes mentalmente la cifra o la reflexión y arrojas colores bellos que sólo salen de tus neuronas.

No digas nada, tú sigue en tu que hacer intelectual de los números o la reflexión numérica de algoritmos. Sigue leyendo la nanotecnología correspondiente a este momento científico de la existencia diminuta. Tu cabello sigue cubriendo tu rostro. Mientras mis labios no entienden el escaso deseo que pueden tener lo tuyos de los míos. Pero no importa me encanta destrozar desde la distancia el tiempo, ese que no existe, y que delimita mis escritos con los tuyos entre la sin razón y el desenfreno hormonal de la testosterona, y que saborea silenciosamente el seco beso que me negaste la última vez...

Veo tu rostro y sigue siendo el mismo espejo artificial de la ternura. Entre esta pantalla y yo sólo existen jeroglíficos hermosos. Tus manos se ven plasmando un verso o un beso, un número o una letra. Yo desde esta pantalla deseando ser papel o simplemente un número que sale de tus lindas manos mientras tus pechos son para mi el prohibido deseo de mis deseos.

Tanto en el cielo azul como en el verde del monte solo veo lámparas, sempiternas luciérnagas que iluminan tu rostro azul y blanco de tus ojos. Te amo tanto que sólo existo mientras no existes. La materia es parte de ti y esa te hace hermosa, fiel, sensual y hasta exquisitamente atractiva a mis caricias. Sin embargo y en silencio mis manos flirtean a propósito del desengañado onanismo y otros espermatozoides muertos irrumpen estoicos hacia el vacío. Anhelan tu cuerpo y tú dilapidando entre papel y papel un beso, ese que se niega a caer definitivamente en mis labios. Tus labios, esos que se niegan a sentir los míos que sensualmente buscan los tuyos. tu lengua que vilmente se marcha o se esconde por no sentir la mía y jueguen el juego eterno del deseo, de las caricias que hagan vibran los cuerpos, el tuyo y el mío. Las manos, las uñas, tus manos tus uñas pasando por mi rostro ajeno el que te anhela. Te quiero tanto, luego existo, que me estaría escribiendo por ti tanto pero tanto que no dejaría el alba ni el ocaso para resistir en la brega diaria de la escritura.

En mi habitación, en esta habitación sólo existes tú, desnuda, vestida. Mas vestida que desnuda. Existes, luego escribo. Desnuda y mi manos ansían de ahíto y pasar por tus caderas, por hombros, por labios... como por tus pechos, por tu ombligo como por tus piernas. Eres tiernamente inalcanzable a ellas. Eres hermosa y azul, roja como celeste hermosa. Como reluciente tus senos que me invitan a morder tus labios o a desearlo... estas ahí. Te veo ahí, estas luego existes, escribo y existo.

Me limita esta pantalla o los jeroglíficos que haces. Me limita la distancia y no puedo alcanzar tus senos. Me limita este cristal inoportuno para sentir realmente que tu piel es como la mía, mas clara pero igual, siente, percibe, suda, se excita y tiembla cuando pasan mis manos por tu cintura. Por caderas y en el centro. Tu piel como la mía sudorean de tanto deseo imaginario, a veces inicuo y enfermizo, otras inocuo luego existo.

Pero inalcanzable al pronóstico de mi tiempo y de tu tiempo. Solamente el deseo de tenerte enciende mi pasión. Solamente el deseo de tus besos enciende en mí otros besos. Y pienso, pienso y tú cruzas los brazos, me miras, te alejas y dulcemente me vuelves a ignorar... te marchas, y otra vez, te marchas y yo deambulo. Otra vez deambulo y no me queda mas remedio que anular mi tiempo y te imagino firmemente desnuda. Acaricio tu cuerpo, tus labios, tus ojos, tus orejas, tu piel me invita a desnudar de la nada, tu cuerpo. Flotas en el aire, deambulas en mi habitación levitas tendida desnuda y no te alcanzo.

Cuando imagino tu cuerpo bajo el mío como encajando nuestros cuerpos, desapareces, te esfumas y yo me irrito artificialmente en esta habitación, luego existo. Cuando el placer se esta convirtiendo sencillamente en pasión, escribo, luego existo. Cuando a punto estamos de entregarnos, tú me abrazas, nos abrazamos desnudos, luego existimos. Cuando estamos a punto de sentirnos; yo dentro de ti, y tu sentimiento dentro de ti abrazándote. En ese preciso momento cuando el ritmo es práctico y rítmico, jadeas y yo me entrego, luego existimos. Cuando estamos sintiendo el rugir tenue del arrullo decrescendo desapareces de mis brazos, te esfumas y te esfumas una y otra vez. Así todas las noches una vez al mes, luego existimos. Cuando tu deseo, mi deseo se hacen presencia ajena a mi existencia, as lámparas se van apagando lentamente. La oscuridad se asoma sutil, áspera, mientras las luciérnagas vuelan se marchan una a una... se alejan dejándonos otra vez solos.

Dame tu cara, no te vayas. muéstrame tus labios. tus ojos. muéstrate mientras escribes. Desnuda tu alma, haz que me sienta desnudo frente a ti. Haz que me enloquezca con tus labios o que me irrite tu desdén. Haz que solamente estemos tú y yo. Escribiendo luego existimos. ¿O es al revés?.

Sola

Se queda sola
botellas vacías,
sus pies descalzos
por la casa.
¿ puedes sentirla?

Mira la puerta.
Está esperándote
… ella se rompe.
Sus pedazos
caen en silencio.
¿ puedes sentirla?

Mas allá de la pared
el mundo sigue
ahí fuera.


Cierra sus ojos
a su retina
llega
el depredador,
la toma en sus brazos
enredándola
entre sombras,
la engulle
hasta convertirla
en un triste olvido.

¿un ángel?

Descubrí un ángel en la esquina de una vivienda abandonada. Yacía fresco, tranquilo. Meditabundo, yo, retrocedí, (y es que no todos tenemos miedo al ángel que intempestivo acaricia nuestros ojos) ¿pero realmente era un ángel?

Hablamos y mucho. Y de varios temas, pero sobre todo, hablamos y hablamos, en ese momento fue lo mas importante. Porque a pesar de todo, cuando hablamos, son solo palabras que nosotros inventamos. Y esas nos acercan o nos alejan, depende el timbre y de los silencios.

¿pero realmente era un ángel o un anciano con voz dulce, que acaramelaba mis ganas de huir? Ese ángel o anciano... me salvo del hocico de un hipopótamo asesino cuando este se prestó a lanzar la mierda a sus vecinos de la charca.

El caimán deambulaba esperando el momento. Pero el ángel hacía de vigía emocional de mis piernas y mis manos. Y justo en el preciso momento eche a correr con miedos en mis pulmones y en mis manos. Que temblaban de amor y no de miedo.

El beso que nos dimos al despedirnos, fue lo suficiente para darme cuenta que el ángel o anciano, solo fue un sueño. Él echo sobre mis manos con su alma cansina un hálito de despidida. Mientras al otro lado del sueño un espantapájaros disfrazado de canciones enemigas - o amigas - me miraba con ahíto hasta reventar. El ángel se fue como llego a esa casa de la esquina de aquella vivienda abandonada. Desde entonces la ortopédica felicidad ronda mis fauces y mi costado izquierdo.

jueves, febrero 08, 2007

Mentiras y exilio.

Se abre el telón.

I

Se abre el telón y en el escenario aparece un guardaespaldas vestido de negro y con gafas. Delante de él y sentado en un escritorio, la muerte escribe versos, articula con sus manos temblorosas, poemas. De vez en cuando recita uno a uno los versos que va arrojando al papel. El guardaespaldas soporta con estoicismo la mierda de versos que la muerte lee con voz ronca e indescifrable... casi al final, la muerte levanta su mano derecha y se seca el sudor que en la sangre chorrea.



Se cierra el telón, son las dos de la mañana, mientras el guardaespaldas continua de pie junto a la muerte. Se oyen voces dentro del público. Una voz grita un nombre. La muerte obliga a cerrar el telón. Se cierra. La oscuridad vuelve, y los aplausos del público rompe el silencio fúnebre y los susurros se pierden en la rutina diaria de las butacas que se vacían a medida que los aplausos mudos dejan fúnebre la sala, las butacas... El teatro cierra sus puertas a las doce de la noche. La función ha terminado. Los actores y actrices visten en sus camerinos la realidad viva de su lívido existencial. Atisba la muerte en el escenario, la rocambolesca canción del averno. La vida, la cotidianidad vuelve subrepticiamente. Las luces apagan lentamente la férula canción de la mentira mientras el exilio corroe las mil y una canción de los acólitos cansinos de la muerte. Chirría el portón del teatro apagando al instante el luminoso rótulos de la entrada.

II

La única voz, esa voz, aquella voz se pierde como se perdió el 24 de marzo de 1980 a la seis y treinta de la tarde en una misa de un lunes. Hoy, sigue siendo lunes, todos los lunes de los lunes de este lunes a las dos de la mañana del día lunes. Las mentiras y el exilio aparecen dibujando un mapa existencial de la distancia.

III

Nos conmueve la esperanza de seguir siendo uno dos tres hasta millones de cebras con rayas blancas o rayas negras. Nos despierta la sensación cansina de seguir siendo los mismos de los que no saben nada. Nos intriga entregarnos a los brazos de un amante absurdo de la verdad, de la justicia y de los niños anónimos que visten, en el día a día, la rutina imagen de la pobreza. Se cierra el telón de la vida mientras los hipopótamos que contemplan cómo su vecina papalota se prepara a continuar dibujando entre los pobres, las hondas melodías de la sonrisa. Se cierra el telón.

miércoles, febrero 07, 2007

a Nora

Quiero que sepas, y ante todo, que le tengo miedo al ruido que hace el zanate a media noche pero si vienen miles... si vienen siete, diez, una, dos, tres, o doce, me alegran la noche y el día.

Que esta lengua ajena se esta haciendo en mi, prefacio de un exilio en crescendo. Que mi guitarra de vez en cuando juega conmigo a la infidelidad. Me abandona y se marcha con otro a cantar juglares canciones de otros tiempos. Que las canciones las escribo cuando ellas me visitan.

Que la ciguanaba, desde que me enseño sus enormes tetas, ha dejado en mi el recuerdo azul del cielo con sombrero. Y que su mugre, sus uñas y lo que hay escrito entorno a ella, me hace cosquillas en mis pies chuñas. Que el zipitin ya no me visita en estas tierras porque ya no juego a comer ceniza con él.

Que las mariposas vuelan constantemente en mis manos y eso, según los mayas y aztecas..., mal augurio “hoy recuerdo mariposas que ayer solo fueron humo. mariposas, mariposas que emergieron de lo oscuro bailarinas, silenciosas...”* y es por eso, quizá, que la armonía no se atreve a darme una cuarta y quinta justa. Que las luciérnagas sólo me visitan cuando me encuentro solo en estas cuatro paredes que se están quedando frías en este invierno desde hace muchos inviernos.



*Mariposas. Silvio Rodríguez

¿Oficio?

dime lo que haces y te diré ¡go home!

Zozobra de un
espanto adulto
buitres vestidos de
ropa extranjera.

Carroñas de
mis testículos,
que buscan
con púas y alambres
la debilidad de mi cuerpo.

Hediondos acuíferos
del averno,
afanados en
vuestro absurdo oficio.

Piltrafas ajenas
con sueldos
de extranjeros
y uñas que pinchan
cuerpos desnudos
de mujeres, de niñas
niños, de hombres.

lunes, febrero 05, 2007

Nos llaman inmaduros

Nos llaman inmaduros
analfabetos de la escritura
equidistante de las letras.

Jóvenes que dormimos
en los brazos de la literatura.
nos cobijamos, dicen,
en la adolescencia
de las letras.

Arrepentidos
escribimos
y desparramamos
poesía
clandestina
y visceral.

Jóvenes y no tan jóvenes
vestimos el mismo lema
copiamos el mismo acento
escrito en verso, prosa,
ensayo y un poema de amor.

Y a pesar de lo
que se ha escrito
nos siguen llamando
adolescentes de la literatura.

Os confieso

Os confieso
que tengo miedo
del control silencioso
del ciberespacio.

Pusilánimes buscan
mi nombre y le
inyectan mentiras
cadáveres de su labios
me los imponen.

Y se jactan
en el ciberespacio
de ser demócratas
de un sistema que
insuflan
enjambres de verborrea
encarcelándolas con
un montón de falacia
y la visten de
una rancia patria
inexistente.