martes, julio 29, 2008

La llave y el carcelero George

- tengo las llaves de un sin fin de interrogatorios - dice el carcelero.

Se sienta en el pasillo vacío de la celda. Sorbe una copita de licor. Sigue borracho. En la otra mano un revólver. Se tambalea. Siente vergüenza de su oficio. Mira en la celda al preso número 13, yace en suelo, desnudo, sangrando sus penas de las heridas infligidas por el torturador de Guantánamo. Sus gritos golpean los oídos del carcelero que se funden con el hedor de una bandera gringa en la celdas de esta prisión que sigue siendo la casa del carcelero George.

miércoles, julio 23, 2008

tus labios

¿Cómo es que no tengo tus labios?
¿Cómo es que no tengo tus manos?

¿Cómo es que no encuentro ni
tus besos a la hora de besarte
ni sentir tus manos manos al acariciarte?.

no sé si debo ser sincero con tu piel
ni con tus labios
sólo sé que esta tarde
en el desván
mis labios besaron los tuyos
y mis manos dibujaron arcoiris
desde tu vientre hasta tus labios.

martes, julio 15, 2008

Paráfrasis

frases que me ayudan a seguir siendo el que soy...


"tengo la sensatez de un loco,
la estupidez del hombre
la ternura de un niño
pero sigo siendo el segundo" txanba payés.


Escrito hace algún tiempo en una servilleta cuando empezaba a compartir un café conmigo mismo, y me inundó un hálito de regocijo parecido a la soledad. Cogí el lápiz y escribí - en la servilleta - lo que en ese preciso momento pasó por mi cabeza. Desde entonces, le he estado dando vueltas a la frase que todavía hoy, no sé, si sigue siendo del que la que escribió. Alguien se inventó en mi, algo parecido a la locura, ¿será esa la razón final de mi destino? - dijo sarcástico el vecino que fumaba un puro mientras sorbía el café.

martes, julio 08, 2008

Nadie.

Quién escribe los versos este verano
en alguna playa desnuda del mar.
Quién dibuja aunque sea la silueta
de un verso anónimo en una servilleta
cercana al olvido de un crucigrama.

Quién escribe los versos
en un pequeño rincón de este planeta
Quién se atreve a demoler
de la cobardía, los acentos apócrifos
de los proscritos, de los gentiles.
de aquéllos atrevidos que apostaron
por el viento, la lucha y la utopía.

Quién se atreve a dibujar
el rostro anónimo de un niño
que se bebe la leche que no tiene.
Quién por, dios, quién
nos va a decir que el futuro
es una telaraña que se enreda
en las manos de lo imposible. Nadie.