martes, julio 31, 2007
Hojas
"Y no duele estar triste en el instante"
julio cortázar.
Una hoja
yace muerta, seca
en el pasillo de mi casa
el viento lleva más
y no estamos en otoño.
¿Quién pestañeo
para que el árbol de enfrente
dejara caer hojas tan tiernas?
Un beso
atravesó mis manos
lo sentí
a esa hora
sé que vos me besabas
yo en Córdoba y
vos en casa.
miércoles, julio 25, 2007
estuve ahí
- Córdoba -
haciendo del camino
algo más que un canto
deambule en sus callejuelas
tarareando frases inconclusas
en un árabe inexistente,
yo estuve ahí
pero la voz que tenía
humilló mi resistencia nasal
dormí, solo, entre la noche
y bancos mezquinos
y mosquitos...
y los llantos del recuerdo
fueron capaces
de arrancar mi voz
de la guitarra.
¿empezamos ya?
el vello de pubis,
es como el néctar
que endulza mis labios.
Es el olor que palpita
en mi cintura
y en tu vientre
¿empezamos ya?.
martes, julio 24, 2007
Dentro de la espera.
'y si viene'
"y si viene que traiga el corazón
en su lugar de paz. Amor diremos,
que otro nombre mejor no se descubre.
Tan sólo la vida no dice cuanto sabemos."
josé saramago.
Abrí la puerta de la espera
saqué del armario
la camisa que tenía
en el desván de la codicia.
salí de casa
puesto a embarcarme
a la deliciosa canción de los enfados
pero al llegar, no pude
ni darle un beso
ella se había marchado
como cuando se marchó
enfrente de la estación
hace siete años.
Y por más que quise detenerla
la camisa presionaba mis manos
y el corazón se quedó chiquito
al ver que el barco
había zarpado
hacía solo cinco minutos
volví a casa, y abrí
por segunda vez,
la puerta de la espera. Y metí,
por segunda vez,
la camisa, en el desván de la codicia.
De eso
hace ya mucho
y no he vuelto abrirla,
soy feliz.
Moral (d) eja
"para decirnos bastaba un acto sólo,
y ya que en las palabras no me salvo,
di tú por mí, silencio, lo que no puedo."
josé saramago
No dejes que te atrapen las camisas de la codicia. Sé humilde y acepta el capricho de una caricia aunque sea con los pies de barros de los que se derriten con la lluvia y esos que nos recuerdan de qué estamos hechos.
Sólo así, no zarparán los barcos, ni volarán los aviones cargados de llantos y malos augurios para el corazón. La ternura es el fin de los mortales, ese debería de ser el emblema en vez de una codicia de sentirnos, crueles (no sé si me explico), frente a la persona o personita que nos dice adiós. Sólo el tiempo es el amigo infatigable de la desesperación.
La soledad es un pájaro grande multicolor que nos invade de vez en cuando para que le arrebatemos el corazón, y le digamos que nos ¡deje en paz!. Sin embargo a su hermana sole, a esa que buscamos para encontrarnos con nosotros mismos, a ella la abrazamos y la despedimos hasta con un beso en los labios cuando nos hemos encontrado, con nosotros mismos.
lunes, julio 23, 2007
Nadie
“Nadie sabe ese nombre que reposa
bajo el color perfecto de la nieve.
Nadie alcanza la luz donde se mueve
la verdadera forma de la rosa.”
Julio Cortázar.
Nadie se atreve a tutearme en este día
ni la señora que parió los once par de gemelos.
Nadie se aprecia bien desde esta tienda
que no vende ya ni la soledad que engendra
gelatinas psicológicas en la noche.
Nadie se acercó a la espera
que ya no espera en la estación.
Siempre dicen cosas por aquí
del sitio que tienes en tus manos
de ese lugar inexistente a los ojos de los mortales.
Nadie se dio cuenta
que eras tú la que tatúo a la luz del otro día
en el frontispicio y en la espalda cerca del hombro izquierdo.
Nadie sabe que te estoy amando
y eso a pesar del tiempo
que me provoca escribir alguna que otra
frase clandestina por tu cuerpo.
O decir que el universo sigue siendo
inhabitable a los astronautas
mientras aquí en la tierra
los niños, muchos niños, no tienen
ni gelatinas ni bombones que
que vende la señora de los once par de gemelos
en la tienda en la estación.
viernes, julio 20, 2007
ves aquélla luz
nunca he podido llegar hasta ella,
cuando más me acerco, no sé por que,
hacen que se aleje mucho más;
por eso siempre me ves con estos libros
en el bolso del cenit de mi camisa
y en el pecho. yo le llamo, utopía.
Paráfrasis.
O vibrar contigo en aquellas cuatro paredes que nos conocen.
No sigas, no quiero esta sensación dentro de mi cuerpo.
Acércate a mi ventana y verás el amanecer con el que me despierto.
No, no digas nada, sólo con tu mirada, quieres que me vaya.
miércoles, julio 18, 2007
Quiero
Quiero asirme infranqueable a tu cuerpo
poseer cual plumífero al viento tus besos
Quiero, inquieto, poder abrir tus piernas
y lamer el explícito síndrome del deseo
Quiero dibujar con mis labios arcoiris diminutos en tu cuerpo
Quiero deshacer la malicia ajena que me prodiga
deshacer sediento el invento hormonal inexistente.
Quiero disfrazar el silencio matutino
con tus brazos abiertos en mi cama
Quiero amanecer haciendo ásperos bostezos sobre tu cuerpo.
Quiero tantas cosas que con sólo pensarlas
me derrito tibiamente enmudeciendo el tiempo en mis manos.
martes, julio 17, 2007
...
Contra el sudor contra la muerte”
Julio Cortázar.
I
Hombre
qué miras con
tus ojos que no tienen luz.
Qué miras cuando
se cierran tus párpados
a la espera de un
sueño clandestino.
Acaso vale más el silencio que
un beso a distancia.
Acaso vale más la cicatriz de
una caricia en tu vientre
que besarle los párpados al sol.
Acaso es el tiempo
el que inunda tu silencio
cuando deposita en ti sus labios
y haces de ello
una urdimbre que se enreda por tu cuerpo.
II
Hombre;
A qué juega tu corazón marchito
que cada año el exilio le seca
el sentimiento de volver
a donde deberías de estar,
sembrando vida..., con tu vida.
Sembrando silencio con
tus escamas que crecen en tus labios.
Sembrando entre otras
cosas ciruelas vespertinas
que no den más eructos al son
de una botella de licor sin descorchar.
III
Mezclando, entre otras cosas,
abejas asesinas con coroneles
que siguen devorando vida
como si devorasen el estiércol
que enjuagan en sus bocas.
Mezclando millones de mierdas
que se enredan en las manos
de esos coroneles que se quedaron
en una noche oscura
con los cuerpos arrepentidos de inocentes.
Ellos guardan en sus boticas viejas
algún que otro manuscrito
de las sempiternas sugerencias de una tortura.
IV
Hombre
Que te alejas sin decirme adiós
no te olvides que los tiempos
son necesarios para escribir
rebeldías llenas de amor.
lunes, julio 16, 2007
El Duero y San Saturio
Donde el río Duero
canta
las esperas
calientes de las hojas
andando
vamos a Saturio
recogiendo el verso
de un poeta
y aventarlo quiero
que repose
abierto, silencioso
a los brazos inconclusos
de este Duero.
Los álamos
Los álamos
regocijan los caminos
que serpentean el Duero
te abanican
mientras un sol
casi incandescente
te revienta los poros
al atardecer.
El eco
El eco de tus pasos
suenan al arrullo del Duero
el aleteo silencioso
de las mariposas
sacuden tu conciencia,
que de memoria saben,
la poesía que vas clamando
a cada paso
y los chopos
que en la otra orilla
recitan de memoria
el verso de ayer al árbol seco.
miércoles, julio 11, 2007
esa noche
Si ves
sale algo parecido al amor,
deja que dibuje en tu cuerpo
la orquídea que te arranque
la noche de la espera en el desván
y deja que deshoje la margarita
que dejaste con tus besos
cuando me dijiste adiós.
la realidad
pero la realidad es tozuda
y embiste a todos
los que ven como
a los que no ven,
la realidad
se vuelve amiga o enemiga
discute en vez de
ofrecernos los brazos
abiertos que nos rodea,
nos la ofrecen
violenta, inicua,
imbécil, estúpida y radiante
emula a todos
los que se le acercan.
Pero hay una realidad
mas tierna sincera e inocua
cuando la vemos
es porque no
estábamos viendo la tele.
hoy he visto
cómo la sensatez
le hacía el amor
a la cordura
las dos se entregaron
mientras
muchos le
observaban quitarse
los tapujos
habituales
de una mentira en calma.
martes, julio 10, 2007
Cosas que pasan.
lunes, julio 09, 2007
mis pupilas
Hace tiempo
sábado, julio 07, 2007
Declaración de amor
viernes, julio 06, 2007
Brecht
"ella vio que era malo, y me amó."
Bertolt Brecht.
Mis uñas recorrieron
cada centímetro
de tu cuerpo
poro a poro
taladré mi lengua
mientras
sucumbían mis manos
tarareando un sin par de caricias
en tu cuello, en tus brazos
en tus pechos, en tu cintura
- se hizo presente la sensatez -
tú me tomaste mis manos
y la pusiste en el sitio
menos indicado para mi cabeza
y susurrándome a mis labios
pusiste mis manos
en el libro de Bertolt Brecht.
esta noche
jueves, julio 05, 2007
haikus
miércoles, julio 04, 2007
El vendedor de rosas
martes, julio 03, 2007
huele a silencio por las calles
ya huele a vacaciones
por el norte
ya no hay coches
y el silencio
en el casco viejo de Bilbo
suena mucho más
a txikitos, a café.
en las calles
algún que otro guitarrista
retuerce las cuerdas
al son de una campana
mientras una fuente
suena a meandro del Gorbeia.
hoy tomé café
en una terraza
hace fresco
y las temperaturas
anuncian que
las sandalias andan
y vienen con mochilas.
Diario de un ausente.
Comienzo este diario, en silencio, y sin fechas porque ellas me dan miedo.
tu cuerpo de humo
Hoy en esta habitación
en la que compartimos
besos, caricias,
abrazos, besos
mis manos me dictan
de memoria tu piel.
Cierro los ojos
mientras mis dedos
dibujan en el aire
tu cuerpo desnudo
que luego viene a mi
como el humo que baja al cielo,
y te atrapo para
convertirlo en
tu cuerpo, que desnudo
se queda a dormir
con el silencio de un
suspiro pidiéndome más.
Pero ya no te veré
Ya se fue el tiempo
de los cristales rotos
ya se fue la ternura
que te esperaba
a las seis de la mañana
a la misma hora en
que el tragaluz
alumbraba tu retrato
pero ya no te veré.
Ahora me queda
el tiempo de la escritura
devoraré libros
escribiré versos
entonaré alguna
que otra canción
y tú estarás a mi vera
pero ya no te veré.
Recitaré tu poema favorito
le quitaré a las lámparas
los focos para que
ya no alumbren más
mi bitácora celeste de
este pequeño estudio
que recién pinto de estrellas
pero ya no te veré
lunes, julio 02, 2007
de nada sirvieron
domingo, julio 01, 2007
vivo
porqué
si la necesito para el sol.
Porqué no ves mi rostro
es el que tengo para
que los demás sepan que soy yo.
despedidas
me acuso
“Todo esta bien, pero la mierda también existe.
Forma parte de paraíso de la esquina, del cielo que un tragaluz sucio
Deja caer en las manos de un moribundo como un pañuelo escupido.”
Hoy vienes a mi
como hace veinte años
o acaso el silencio de los soportales
era lo suficientemente verdad
como para justificar la cobardía
de aquellos que nos juzgaron
sin conocer
el oprobio al que nos sometieron
solo por mirar con ojos distintos a la historia.
Acaso vale más
quinientos muertos para seguir siendo
lo que son ellos. Porque si digo 500.
Es porque fueron más, muchos más.
Pero de eso no se habla ¿verdad?.
y otros anónimos descalzos
siguen atosigados por el tiempo.
No, ellos, no han cambiando nada, nada.
ellos, siempre quisieron eso
lo que hoy pisan tus pies
lo que hoy pisan miles de pies desnudos
la capital que visten las
sombras con recuerdos de los que
un día cualquiera de un año cualquiera
dejaron su ropa en el desván del pupitre,
en la ranura de la universidad
y en la orilla de una calle sin nombre.
Nosotros siempre estuvimos
amasando la historia
mimando la historia
haciendo rollitos de azulejos
para que se contemplaran desde el cielo.
Ahora que sabes mi destino
si entras, pregúntate
¿cómo entras? ¿Por qué entras?
es tan cierto el sentimiento
que te hizo decir aquello que solo sienten
los que nunca esperan nada...
ahora que sabes que mi rostro
tiene esas cicatrices
te sorprendería saber
que yo sé quién duerme a tu lado.
mi exilio, mi vida es producto de todo ello
yo me acuso de amar a la historia
me acuso de ser sincero con la ternura
me acuso de querer acariciarle los labios a la historia
me acuso de ello, y es eso
lo que me ha convertido
en uno mas de los siempre sospechosos de todos...
si, reconozco que quise ser lo que quise ser
y reconozco también que amé
pero sólo como aman los que nunca esperan nada...
si ahora que sabes que mi rostro
tiene esas cicatrices de antaño
ahora que ya sabes que es verdad lo de mi lucha
ahora que ya sabes que el horizonte
tiene otro color a los colores que veías
si, ahora que sabes más o menos eso.
Si entras sacúdete el prejuicio de la ropa
ese que hizo corroer la mente
de miles de anónimos que siguieron a pies juntillas
la sediciones de unos cuantos cabrones
sin que ellos, la mayoría, se dieran cuenta.
la mochila colócala en la entrada
y el ungüento de doña Clarita, te la ofrezco.
Pero no te sacudas el polvo de la guitarra
no te sacudas la voz que hizo cantar a unos cuantos
no sacudas tu compromiso inconfundible
tu compromiso de seguir siendo
los que creen que la vida, valió la pena.
si tienes eso, y no lo dudo,
entonces y sólo entonces,
la historia, mi historia, tu historia,
la de todos, ¿valió la pena?.