sábado, noviembre 29, 2008

No digas nada.



No digas nada

Hoy tengo la sensación

de haber atrapado en un frasco

tus rítmicos deseos en mi vientre

Tengo la sensación interna

de interpretar

tus ritmos con los míos.


Si me muevo, tú te mueves

Si te excitas, yo me excito

Si te beso, me besas

Si me acaricias, te acaricio.


Siento las piernas que acarician las tuyas

Siento tu desnudez que se aferra a mi cuerpo

que desnudo contempla el éxtasis de tus pechos.

Tus manos parpadean mis pechos,

Y mi piel se transforma en algo parecido

al movimiento de un pez fuera del agua.

la sirena corporal desnuda

pide más de tus caricias.

Me besas, te beso.


Te acaricio, me acaricias.

Te excitas, yo me excito…

Y seguimos abrazados los dos

Como contemplando

los ritmos que nos lleven al clímax

de un forcejeo compartido.

Te entrego mi cuerpo

Me entregas el tuyo,

Nos abrazamos y nos

vemos como un nudo

que elaboramos con nuestros cuerpos.

Tus pliegues se confunden con los míos

Y mis manos rastrean tu cuerpo

Palmo a palmo, poro a poro

como queriendo musicalizar tu cuerpo

con mis manos.


Pasamos nuestros labios en nuestros pechos,

Pasamos los besos en nuestras labios

Y hacemos discutir de deseos a las miradas

que nos exigen más para terminar

lo que hemos compartido.

jueves, noviembre 20, 2008

Por fin un verso

Por fin apareció ella sentada en mis libros acariciando un verso de otro poeta. Me extendió su mano y dejó caer suavemente el silencio que necesitaba para escribir, y escribí... Ella, la musa, si existe, sigue sentada entre tantos libros que no quiere volver a salir del que yace encima de su pecho. La he dejado, como de costumbre, porque es ella la que determina mis otros versos. Pero, esa poesía, es mía, y se queda como de costumbre, en algún papel, esperando a la diosa fortuna que la vuelvan a leer.

miércoles, noviembre 12, 2008

A Ellacuría y mártires de la UCA.



No logro atrapar las palabras
se escapa el tiempo entre mis manos
solo presiento un hálito cansino en esta historia.
Veo tus sueños que se esfuman como el humo
veo tu filosofía como algo que
debería de seguir existiendo.
Siento el calor solidario de tus palabras
veo rosas rojas en el jardín
veo algo parecido al misterio en tu muerte.

Hoy, no encuentro las palabras
para describir el misterio de tu silencio
no encuentro en estas cuatro paredes
los rostros de los otros que murieron contigo.

Las bestias deambulan como león rugiente
todavía, buscan a quién van a devorar.
de nada sirvieron tus denuncias, algo.

Caminamos, caminamos mientras
el recuerdo de sus cuerpos
en el césped de la UCA
golpean de continuo en mis retinas
cuando el mes de noviembre aparece
y me muestra tu figura inerte
cubierto de una sábana blanca.

No me salen otros versos,
no me salen otros versos
quiero escribir algo parecido a la poesía
para recordarte a ti y a tus compañeros
pero, esta vez, ese recuerdo me trae
más dolor que alegoría,
me trae más dolor que utopía
aunque subyace en ti y en tus escritos.

Ellacuría y compañeros benditos sean
en este otro aniversario
que se queda como otro más
en silencio y en estas cuatro paredes
lejos del mundanal espanto de mi utopía.

La poesía ha sido en este instante inasible
las musas no vienen a mi encuentro
no acercan sus versos a este papel
que deambula de mesa en mesa
sin dejarse acariciar por la poesía.

viernes, noviembre 07, 2008

Sólo para salvadoreños

Quien vaticinó que algún día
darían con el personaje
que descubriría la
"orilla azul de la bacinica"...,
por fin lo han encontrado.

Vive en estas cuatro paredes.
Solo y con un montón
de libros que no dicen nada.

El tiempo y vos

Colapso en el tiempo
dictó mi consciencia,
las directrices que me diste
para vivir sin él
han dejado de caer sus hojas
y amarillean, no en el suelo
si no en sus ramas.

Solo, deambulo
buscando la hora
en la hoja, en cualquier hoja
que me determine
si sigo vivo, existo
o simplemente, escribo.

lunes, noviembre 03, 2008

el laberinto

El laberinto que
en este momento
tengo en mis manos
se parece a tu cintura.

Si discrepo con ella
se mueve lentamente y
si le hago leves caricias
se enamora de mis manos.