jueves, junio 29, 2006

quedarnos dormidos

este poema nació cuando
eche de menos la esperanza



lentamente duermes,
dormida,
y yo fácil me duermo,
dormir a tu lado,
hasta que el tiempo
disponga de su historia
y volver a sentirnos libres,
haciendo el amor junto al sol
o en la cama, o en el mar,
la playa, simplemente vivirnos,
sentirnos tus labios, mis labios
y arrodillar mis besos a tus labios
tus besos a mis labios...

miércoles, junio 28, 2006

no estas


No estas en el silencio ni en este taciturno anhelo
Me quedo esperando el canto que no volverá
Por eso nadie se atreve a expandir la hiedra
y mis manos son solo el universo ajeno al vuelo.

No estas en este silencio y siempre llegas tierna
Me quedo a ver si vuelo sin quebranto
Con él reposaste tus besos y el llanto
La luna vuelve a ser las misma junto a mi pierna.

Mis piernas débiles de tanto amor y cobardía
sé que no tendré la luna, el llanto y tus besos
mientras se queda esta hidra con mis yesos
y escribiré tu rostro, tus manos algún día.

miércoles, junio 14, 2006

El celador y la llave de una espera.

Era de esperar la respuesta - dijo- el celador cuando abrió la puerta y se marchó. Las llaves de la habitación en la que el celador quería entrar para ver si era verdad lo que se decía del amor, nunca volvió a abrirse. Pero pudo mas la desidia que de ella irradiaba para entender por fin que para vivir en el averno sólo era cuestión de cerrar la puerta y largarse.

Nunca en su vida había pensado de esa manera pero esta vez la llamada que hizo cuando dormían las aves en el camino, determinó, que la puerta por la que había esperado tanto tiempo por fin se había cerrado. Se marchó sin decir nada, no escribió ni una línea en la marea escondida de su portafolio, tampoco escribió un verso de los poemas que jamás había escrito pensando en ella.

No quiso decir nada a nadie ni a la bendita piedra que guardaba en el desván de las letras de su pequeña biblioteca. en la sala de su casa yacía el diccionario con miles de palabras esperando a que lo abriese y encontrase en las páginas amarillentas de la espera, la palabra adecuada para la persistencia o la agonía de un amor, de una caricia que se apagaba lentamente.

cuando por fin se marchó ella, no le llamó, ni tampoco le explico las razones por la cual, había decido muchos días antes, cerrarle la puerta y no entregarle las llaves. sin que el celador supiera el porque del desencuentro entre ella y él, y empeñados los dos por mantener esa relación probhída por casi toda una vida, aunque pequeña, intensa, de encuentros y desencuentros; de caricias fortuitas y de rabias contenidas, de esperas y de ramificaciones sórdidas, o quizá ella lo olvidó y abandonó sus brazos por el estilo de una canción que apenas, sí, oían en el pasillo del hotel en el que se veían. Pero él se marchaba lleno de alegorías sobre ella. Y cantando sutilmente la canción de amor que a ella no le gustaba.

Ni el perro ni la rabia que guardaba en su garganta despertó el interés en ella cuando una noche la muerte irrumpiera en su rutina - el celador - esa noche, no volvió a escuchar, el ladrido del perro que todas las noches le despertaba en sabresaltos, ni la voz de esas llaves que cnataban la melodía del metal cuando ella, precisamente, ella, llegaba a la cita de todos los días; como tampoco la voz de la mujer que tanto esperaba, no la volvería a escuchar. Esa noche el celador, se marchó sin decir nada, abrió la puerta y se fue de la vida. Él escribió antes de su muerte que ella, daba a entender con su no llamada. Que lo que creció en sus pechos había desaparecido súbitamente del regazo de sus caricias y de sus tentaciones...

En la ciudad de sus encuentros, la soledad del edificio calaba en los recuerdos de los viandantes cual cómplices de sus vistas fortuitas asistieron al entierro del celador. Las escaleras por las que el celador había subido tantas veces, se desmoronaban una a una como cual rompecabezas. Se acumulaban como las olas del olvido que incrustaba, cada segundo, un poquito mas en los sentimientos que agónicamente latía en las manos del celador. Su mente se quedó ese día como la de un océano en calma.

Sin embargo la muerte no le supo a nada, en realidad todo lo que le pasó era o fue solamente un sueño, una ilusión o un deseo que jamás había experimentado. Consciente de ello, ella continúo viviendo de la soledad más tremenda como la de un alacrán en el desierto. A la mañana siguiente del entierro del celador, y cuando ella despertó en los brazos de su realidad, el tiempo había transcurrido, pero ya era demasiado tarde, su amante había muerto. Era de noche y la misteriosa llave y el celador yacían en una foto dibujada por una pintor anónimo en la pared del hotel donde se hospedaban ella y su marido. Y continúo viviendo una vida que había entendido, resignándose a vivirla.

martes, junio 13, 2006

Pensativa.


Miro tu cara
Y me lastima
verte sola
Y pensativa.

Me duele
El beso
de mis labios.

La caricia
que no me diste
se entrega
a mis labios
como la mas
cruel
caricia de una gacela
que busca
desesperada, abrigo.

Y vos no estas
escuchando
mis canciones.

Estas ausente
viendo pasar
por tus recuerdos
el ámbito enjuto
de una mirada
ajena que se larga
sin decirte nada
porque estas ausente
frente a mis labios
que te observan.

Ánfora que palpitas
ante mis ojos,
cúbrele la pierna,
mientras recelo
mi partida
ya que tú y ella
se quedan
para siempre
en una pintura ajena

El vendedor de rosas

Cuando El vendedor de rosas se sentaba a vender era porque la noche anterior había soñado con dios, pero si el sueño no llegaba, iba a su jardín donde aparecían siete rosas con una mancha azul en un pétalo de las siete rosas de sus siete jardines. Eso ocurría cada siete años, en el séptimo mes del día siete del mes, a las siete de la mañana. Ofredo, con setentaisiete años, recordaba, que tan sólo, una vez, no había ocurrido, y fue el día en que su madre, al acostarse, no volvió a abrir los ojos, se cree que esa noche soñó con dios. Y fue precisamente un día siete del séptimo mes, cuando Ofredo se disponía a arrancar las rosas de su jardín, a las siete de la mañana con setentaisiete minutos, el mismo día en que su madre cumplía setentaisiete años, en la séptima luna, precisamente el día en el que Ofredo - el vendedor de rosas - cumplía años.

El niño y la anciana.

vida, cariño, y, viceversa.

Un niño pasaba cerca de una anciana, la mira fijamente, y ve en el rostro de la anciana su misma imagen...- ¿puede ser posible? – se pregunta. Se acercó para saber si eran ciertas las líneas de su imagen que, la anciana, en su cara mostraba. El niño acaricia las arrugas, una a una. Ella tiembla de ternura, las caricias le atrapan su cuerpo cansino por esos diminutos dedos refrescan de amor el rostro olvidado por el tiempo. La anciana llora, el niño, llora, sonríen y se abrazan... Se confunden en un abrazo hasta desaparecer de la acera. Nadie se percatan de que en ese sitio hace dos segundos había una expresión sincera de ternura.

erotismo ajeno

Ella se sentó a la derecha de un señor que estaba sentado a la derecha de una chica que estaba sentada a la derecha de un chico, éste, estaba sentado a la derecha de una mujer hermosa sin sujetador. Ella, la señora sin sujetador, estaba sentada a la derecha de una chica que no hacía mas que acariciarse los labios, y ella, la chica que se acariciaba los labios, estaba sentada a la derecha de una mujer que leía un poema de Cortázar, ella estaba sentada a la derecha de su marido, su marido sentado a la derecha de una chica de 18 años, que el marido, infiel, le pasaba la mano por la pierna a la chica de 18 años. Mientras el metro se introducía bajo la ría de Bilbao, la oscuridad era testigo de un sobresalto beso en los labios de la chica de 18 años. que no hacía mas que besarse, ella sola, los labios de la chica de 18 años.

viernes, junio 09, 2006

rema


Quietud
Silencio llano
Viento
que espera la salida
de alguien
dispuesto
a vivir
la experiencia
que nadie posee.

Me bebes,
me condenas
a vivir remando
el imaginario
invento de
nuestras manos
remando
rema,
rema...

como un baile




Como un baile que se empeña
en convertir el cielo
en algo mas que una manzana.
Nos acercamos, nos vemos
cuadriculando un mapa,
sonreímos al unísono
mientras nos confundimos
entre nosotros mismos




Observar el cuadro, disfrutad de esos colores que encienden vuestros cuerpos. vuestras manos vuelan buscan un alazán para atraparlo y convertir el agua en vino, os convertís por momento, viendo el cuadro, en un centinela de la belleza observada. Buscando toda una urdimbre de sensaciones que se mezclan con las ganas de vivir, de luchar, de sobrevivir llevando en vuestras manos, ternura. Y percibir por medio de la pintura el mágico embrujo que de las manos del pintor salen.

Él, esta ahí, escrito, pensativo, mezclando el sentimiento con la alondra y parpadeando en cada trazo el color exacto de la novela que se pinta en las paredes de papel. Y deja que su mano acaricie el lienzo mientras los colores aparecen de la nada. Haciéndonos partícipes hasta de las lágrimas que no se ven. Observad este cuadro, y muchos, que pondré a la espera de vuestro sortilegio para que depositéis con vuestras miradas el incienso que sale acariciando, de vuestras pupilas, las ansias de libertad. Y es que aunque no se vea, Adolfo Payés, el pintor, pretende que todos gritemos en silencio, observando sus cuadros, precisamente eso... libertad. Bailamos.

relato histórico.

yo.


La virgen maría y el movimiento revolucionario salvadoreño, o por lo menos, su “aparición” hizo que mi vida tomara otro rumbo.

Con un ramalazo de luz a la izquierda de mi pensamiento y me vuelvo loco de pensar. Y si mi mano derecha se convierte en izquierda sería lo mas hermoso y un tema para hacer entre hoy y mañana el argumento perfecto para un cuento fantástico. Y estaría escribiendo día noche y no desearía terminar nunca, por que díganme al margen de monseñor romero y su conversión a la izquierda. Alguien puede nombrar a otro personaje importante que se haya convertido a las ideas de los mas ecuánimes de este mundo. bueno, si, además de san marx.

Yo en ese país he visto todo, prostitución, silencios, guerras, mentiras que se urden a raíz de un montón de falacias que sueltan a diario los medios de comunicación y que se valen de un montón de risas a nuestras espaldas para seguirnos engañando. También fui el hazme reír de los revolucionarios de mi país. Y es que si hablara de ellos, a todos, sí a todos los que confiaron ciegamente en ellos, se darían cuenta que también les engañaron y nos engañaron a todos, al principio hasta fui parte de ese engaño, pero curiosamente, la virgen maría y su niño Jesús me dijeron que iba por mal camino, fue en un pueblito de ese pulgarcito de América. Estaba hablando de catequesis personal, mi cuerpo descansaba en una valla metálica y de pronto se me aparece la virgen maría me enseña el camino por el que debía yo de continuar, le hice caso, fue entonces cuando me di cuenta, aunque tarde, de que la muerte de Marcial había sido urdida desde hacía mucho tiempo. Y que a raíz de esas muertes, la política revolucionaria tomó otro rumbo. De revolucionaria nada. Pero si de reformistas cercanos a la internacional socialista europea, que fueron los que realmente dictaron a esos dizque revolucionarios del FMLN su camino. Financiación no les faltó.

* a ver hay alguna persona que al leer esto crea realmente que la aparición fue cierta. Al margen de que los hechos sucedieran o no. La verdad es que los sueños muchas veces nos intentan decir algo, por eso Freud intentaba encontrarle alguna explicación. La interpretación de los sueños ha estado, siempre, en el interés de la mayoría. Los seres humanos somos, por naturaleza animal biológica, curiosos. Y es la curiosidad la que nos lleva a dibujar, por ejemplo, castillos en el aire, inventarse sociedades, relaciones personales mas justas y solidarias. Y este relato va en esa línea. Espero que les haya gustado. Por cierto la denuncia es parte esencial de los que no tenemos ni tan siquiera el ámbito aprobado de los miserables.

poemas

Ciudad la que se queda en mis manos.


Oh ciudad perdida entre la multitud
Te busco entre en tanta estrella que se pierden en la noche
Te busco como buscando un ándale que suene como antaño
No estás aquí y eso a mí me duele la geografía,
no estás presente y eso a mí me espanta la avaricia.

Oh ciudad que te quedas siempre como siempre,
que caminas como buscando tu ombligo,
que te fugas como huyendo de tu propia historia.
No estás en esta geografía fresca e inusitada,
no estás a pesar de que te palpita la gente todavía.

Oh ciudad que besas la lúgubre sonrisa de los coches
que sigues apuntando un ábside en cada esquina
que arropas indigentes y que escondes las miserias
No estás en el silencio del ciego que camina
no estás, a pesar de que existes sin llanto ni justicia.



A la mar de mil maneras.

La mar iracunda
bosteza en la madrugada
dispara lágrimas que saben a salobre
sonrisa de una muerte en calma.

A shafick
Mentiras a medias, esto queda entre vos y yo.


No es cierto que
la mentira es mentira
es verdad tu mentira
y es historia.
Pero tu mentira,
siempre fue mentira.
ella, se vistió de mil maneras
se embelleció de mil razones
y ahora se empolva la cara
se viste de colores
y anda como la verdad

Pero, lo cierto es
que si tu mentira, muere,
sólo entonces, la sensatez
la solidaridad y la ternura
se le acercan a lavarle la cara
y se van con ella, porque ellos
nunca se dieron cuenta de tu mentira.
Así la protegen, la llevan en brazos...
porque de la muerte,
todos somos presa
a su debido tiempo.



Esperando las musas el pincel.

Solo sentado
frente al manto blanco
el pintor, piensa,
siente, se sienta,
mientras las manos esperan
que el manto blanco
empiece a descifrar
de su mente los colores.



Paisaje al óleo

Un ave vuela, vuelan.
Un caballo, dos caballos.
Un ciervo mira, pastan.
Un árbol vegetando el suelo.
robles, robles
ardillas, mas ardillas.

Las nubes, el viento
quieto avienta al aire,
hojas acarician
el cabello
de una campesina
que de rodillas
recoge margaritas,
fresas para una
módica excursión.

miércoles, junio 07, 2006

sueños

sueños

En este día que no sale el sol, se ha vuelto oscuro el entusiasmo y del verde que desprende el sueño, salen nubes que se vuelven oscuras, mientras mi cuerpo se eleva y se deja llevar por el viento. Alguien se me acerca por el lado derecho y no adivino a ver quien es... al pasar sobre mi piel una de sus plumas, me estremece la caricia y de inmediato se me ha cubierto la piel de espinas. Se ha incrustado en mi piel el invento hormonal de los que no dicen nada. Al cabo de unos segundos el marchante se aleja como llegó... mi cuerpo se ha vuelto mas dócil, y veo de lejos, mi cuerpo, cómo de él, se me esta cayendo el alma a pedazos, pero lo he sentido en ese momento del sueño, porque se me empezó a caer hace dos noches y ahí esta cayéndose poco a poco. Cuando se me cayó la primera parte -o una porción de ella- la mas pequeña e insignificante, no me di cuenta. Me empecé a percatar de que mi alma se hacía añicos cuando vi que en la mesa de la lectura había un trocito de ella derritiéndose sobre unas de mis cuantas páginas que acababa de leer y vi un charco invisible, al principio pensé que podría ser agua la que se me había desparramado sobre los libros y el papel, pero por mas que limpie, las páginas seguían mojadas, les pasé una y otra vez el secador y nada... húmedo.

Entonces y cuando vi que no se secaba empezó a caérseme otro pedacito de mi alma, vi cómo ese pedacito se deslizaba por mi brazo haciendo gotitas por el codo... mi mano izquierda empezó a sentir un temblorcillo, de esos que hacen cuando tu mano, de cansada tiembla, pero ella no estaba cansada, me di cuenta, ese momento, que algo me estaba pasando. Eso fue hace dos días y hoy ya puedo decir que es mi alma la que se cae... y ¿si me quedo sin ella? Quién le va a decir que existo. Quién le va a decir que soy yo. Quién le va a decir que el que tenía alma hoy no tiene. Y que se ha vuelto mas mezquino y egoísta. El sueño se rompió en pedazos cuando oí su voz y me dio un beso. El alma la tenía ella en sus manos. Y la colocó en mi frente con un beso de los que jamás se olvidan.

soledad y exilio

exilio

El exilio lleva, a quienes lo viven silenciosamente, al recuerdo, por culpa del constante oprobio de quienes obligan a todos aquellos exiliados de todas partes del planeta a buscar otra casa para vivir. Si antes los exiliados eran aquellos que por cuestiones políticas se veían obligados a huir, hoy, debemos agregar a ese término a quienes huyen también por la situación económica y desastres ecológicos. El neoliberalismo y sus hermanos menores están obligando a muchos a buscar mejores condiciones de vida en otras tierras. Son ellos, los hermanos menores del mal, quienes obligan a salir, de su sitio preferido, a los mas tiernos, a los mas decididos, a los que luchan por una vida mas digna y buscan por conseguir, en otro lugar: seguridad, transparencia, y solidaridad... una vez, viviendo, empiezan las telarañas del ombligo a aparecer en sus mejillas, y la vida, la llevan, la viven, sobre todo con la nostalgia y los recuerdos.

la soledad es parte también de ese exilio. Y así, sin que se den cuenta todos aquellos que viven, se van convirtiendo en “muchos”, perviviendo en "uno" y ese "uno", con sus "muchos", se van conjugando el compendio imaginario de una cultura y otra, se van consolidando la solidaridad con todos, y van escribiendo silenciosamente los anónimos pergaminos de esta historia. Y convirtiendo al sitio que llegan en un mar de lenguas y culturas que conviven, pervive, y sobreviven con los “muchos” en “uno”. El juego de palabras es tan simple, la sororidad intercultural es parte esencial de la solidaridad internacional entre los pueblos. De ahí nace la complicidad en el buen sentido de la palabra para intentar cambiar lo injusto en justo. Lo malo en bueno y el egoísmo en solidaridad. Y lo tienen que hacer precisamente ellos, porque los hermanos menores del neoliberalismo y él, se adueñan y mercantilizan todo.


a todos los que llevan en sus manos y en su memoria van dedicados estos versos a los exiliados económicos, políticos y ecológicos.


Soledad y exilio.

I

Sea lo que sea
venga lo venga
aparezca o no
la utopía
será
siempre
algo
que perfume
a los humildes.


II

La llave
la lleva
el que viene
cargando
a los elefantes.



III

Se sentó
y les enseñó
a todos
la partitura
del canto
que no
existía


IV

hay un esperpento
aromático
en los cuentos
inacabados
de las hadas.


V

Si alguna vez
nos vemos
haz caso omiso
a mis frases,
a las últimas
que dije
cuando te marchaste.


VI

llegó
acaricio mi piel
solo
en mi habitación
mientras
sus manos
recordaron
que él
se presenta
como pueril
invento
de la existencia
animal del que estoy hecho


fue él
quien determinó
mi ámbito
sobrenatural
de llevarlo
conmigo
a todos lados.
exilio,
soledad,
exilio...
y soledad.