viernes, mayo 15, 2009

el último beso

cuando recojas
los restos, mis restos
de la espuma,
sólo ten presente una cosa
lávame las manos
para que puedan
acariciar tu rostro, limpias.

Y dame el último adiós en los labios
no le digas nada
al vagabundo de la esquina
sólo entrégale
las ramitas de olivo que tengo en el balcón.
Y dile, que cien años
bastaron para arrodillarme
por fin al abandono
de los gusanos.

Tápame los ojos
y dame el último beso
en mis labios resecos
y aviéntame al sol
para que el viendo
me lleve al sitio de donde
no debí salir nunca.

6 comentarios:

  1. Maravilloso poema. Eres un pedazo de poeta. un abrazo. milagros

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  2. Anónimo11:45 p. m.

    fuerte y a la vez bello. bellisimo!
    Tere.

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  3. Me ha conmovido sin poder expresar cuánto, este poema.
    Felicito al autor con todo mi corazón.
    SILVI

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  4. cuanta tristeza y soledad hay en esta despedida...si es para una mujer ni te hagas ilusiones, no hará ni la mitad de lo que le pides, se quedará allí llorandote y evocandote el resto de la vida...
    besitos.

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  5. no me gusta este poema porque tus restos no serán nunca "restos", vos estás en cada uno de los que te leemos y queremos, tendrían que matarnos a todos para que seas "restos" y mueras... así que ¡ni lo sueñes!

    un nuevo beso para vos, que nunca será el último, mañana habrá otro y otro y otro más... así cada día, cada hora, cada minuto, cada instante...

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  6. Dejando instrucciones al ser más querido... creo que es algo que a todos nos gustaría hacer, pero que de alguna manera nos da miedo... pero es ese nuestro destino, la muerte es lo único seguro en nuestra vida, creo que todos deberíamos dejar por escrito lo que nos gustaría que hicieran con nuestros restos... es lindo la manera como lo pintas, me parece muy interesante y profundo...

    Un beso desde México,

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