sábado, febrero 27, 2010

algo salvaje

Soy el hazme reír de los cocodrilos. Me gustas, te miro y no estas. Ya sé, tienes mucho trabajo según me dijeron las palomas. Los elefantes se ríen de mi clandestino propósito de acariciarte. Las luciérnagas no hacen más que iluminar el camino que me lleva a tu efugio. Menos mal que sigo siendo un homo sapiens-dements porque a estas alturas el rinoceronte me hubiera hecho cosquillas con sus patas. Y el avestruz me sugiere que haga como ella, que esconda la cabeza mientras pasa las tempestad.

6 comentarios:

  1. esta muy buenoo!! jaj me encanto un abrazo!

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  2. Me encantó esta vuelta al hombre natural.
    Muy bueno.
    Cariños!

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  3. Jamás escondas la cabeza querido amigo. jamás renuncies a tus sueños, mucho menos al amor.
    Un fuerte abrazo!!!

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  4. Azota la tempestad por esos lares también eh? es un relato un tanto surrealista con un final no decisivo, entiendo yo, ya que la avestruz tiene que sacar la cabeza y respirar. Ingenioso texto.

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  5. Un amor salvaje eh?


    Me encanta leerte Txamba, por eso no logro perderme de tu orilla...

    Mis besos y saludos para ti...

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  6. Aun no se que hacer en la tempestad, me quedo allí parada empapada y temblando, con el frió dejo de pensar, sale el sol acabada la tormenta y me doy cuenta que no fue lo que pensé, solo fue una tormenta mas, dile que no trabaje tanto, quizás lo piense, saludos.

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