sábado, noviembre 29, 2008

No digas nada.



No digas nada

Hoy tengo la sensación

de haber atrapado en un frasco

tus rítmicos deseos en mi vientre

Tengo la sensación interna

de interpretar

tus ritmos con los míos.


Si me muevo, tú te mueves

Si te excitas, yo me excito

Si te beso, me besas

Si me acaricias, te acaricio.


Siento las piernas que acarician las tuyas

Siento tu desnudez que se aferra a mi cuerpo

que desnudo contempla el éxtasis de tus pechos.

Tus manos parpadean mis pechos,

Y mi piel se transforma en algo parecido

al movimiento de un pez fuera del agua.

la sirena corporal desnuda

pide más de tus caricias.

Me besas, te beso.


Te acaricio, me acaricias.

Te excitas, yo me excito…

Y seguimos abrazados los dos

Como contemplando

los ritmos que nos lleven al clímax

de un forcejeo compartido.

Te entrego mi cuerpo

Me entregas el tuyo,

Nos abrazamos y nos

vemos como un nudo

que elaboramos con nuestros cuerpos.

Tus pliegues se confunden con los míos

Y mis manos rastrean tu cuerpo

Palmo a palmo, poro a poro

como queriendo musicalizar tu cuerpo

con mis manos.


Pasamos nuestros labios en nuestros pechos,

Pasamos los besos en nuestras labios

Y hacemos discutir de deseos a las miradas

que nos exigen más para terminar

lo que hemos compartido.

3 comentarios:

  1. "Y hacemos discutir de deseos a las miradas"
    parece que la musa volvió y ¡¡¡¡qué bien que te inspira!!!!
    besos desde tu América Nativa y abrazos suaves...
    me quedé muda al leer tus versos, pero hoy no pude dejar de decirte ¡qué bellos!

    ResponderEliminar
  2. Entonces, nunca abras ese frasco. Déjalo bien cerrado para que no escape esa pasión contenida. Abrazos.

    ResponderEliminar