Cúbreme mientras suenan las bocinas
en el exterior de este mundo.
Haz que derribemos los dos
la mentira de algunos azafranes,
de aquéllos que vienen a ofrecerme
un racimo más de la mentira
cuando a penas viven las lágrimas
en las mejillas de mi pasado.
Rocíame el rostro con tu sabia
y dime si con ello lograremos alcanzar
las montañas que nos esperan en algún
rincón o efugio de este mundo,
dilapidemos juntos el amor
la concupiscencia necesaria
para sentirnos - los dos - como
seres enloquecidos pero de amor.
viernes, mayo 21, 2010
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qué bonita!!! chiquillo hay que ver cuánto llevas dentro un abrazo!!
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