jueves, marzo 24, 2011

24 de Marzo



Hoy hace 31 años,
en una capilla diminuta pero grande,
en el recuerdo de cómo fue tu entrega.


"si me matan resucitaré en el pueblo salvadoreño"
Monseñor Romero.



Una copa alzada en el púlpito
respira de improviso el cura
la sutiliza del amor se ofrece.
Yace en silencio el grito de los humildes
el grito silencioso de los más pobres
se ha convertido en ganzúa perfecta del amor.

Frente al cuerpo y las manos que sostienen la copa
una rutina casi diaria, de un rito inofensivo de entrega.

Su voz se entrega a los oídos de quien escucha
la voz simple de un denuncia
la voz simple de una melodía
que angustiosa
anuncia la buena nueva a los desposeídos
...
y de pronto en el suelo
la copa
ha caído rompiendo el silencio
cristalino de una ofrenda
una bala penetra solo
al fondo exacto del corazón.
Un francotirador altivo
traiciona a las multitudes
por unos 200 dólares
el precio de una bala.

Mientras el pecho de Romero
del que latían las palabras
del que palpitaba la denuncia
ahora brota sangre que se desliza
en el suelo frío de una capilla.

Su cuerpo yace
con una mano en el pecho
y la otra al costado izquierdo
la voz silenciada
en el suelo de una capilla humilde
como los pies descalzos
de millones de personitas
que se qeudaron secos
al ruído lívido de una bala asesina.

2 comentarios:

  1. Claudina6:47 p. m.

    Bello homenaje a nuestro Pastor. Solo esperamos que su muerte no haya sido en vano y que todas esas personitas, en estos 31 anos hayan realizado que es necesario mantener viva su memoria y anhelen reivindicar su muerte. Monsenor Romero sigue vivo en las luchas del pueblo pobre. Abrazos solidarios.

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  2. Sobran las palabras, una historia doliente mas en la memoria de la injusticia, un hermoso poema de reivindicación y homenaje, de recuerdo, una absurda muerte mas en manos mercenarias e indiferentes. Excelente alegato. Un abrazo!

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