martes, junio 13, 2006

erotismo ajeno

Ella se sentó a la derecha de un señor que estaba sentado a la derecha de una chica que estaba sentada a la derecha de un chico, éste, estaba sentado a la derecha de una mujer hermosa sin sujetador. Ella, la señora sin sujetador, estaba sentada a la derecha de una chica que no hacía mas que acariciarse los labios, y ella, la chica que se acariciaba los labios, estaba sentada a la derecha de una mujer que leía un poema de Cortázar, ella estaba sentada a la derecha de su marido, su marido sentado a la derecha de una chica de 18 años, que el marido, infiel, le pasaba la mano por la pierna a la chica de 18 años. Mientras el metro se introducía bajo la ría de Bilbao, la oscuridad era testigo de un sobresalto beso en los labios de la chica de 18 años. que no hacía mas que besarse, ella sola, los labios de la chica de 18 años.

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