domingo, julio 18, 2010

La cama y yo

Tengo el dorso hundido
en el anden de mi cama
deambulo dormido
con mi cuerpo inerte
en este colchón
que pegado a mi abdomen
acaricia mi silueta.

Cuando me largo a andar
en estos sueños profundos
deposito en él
toda la confianza posible
y atisbo
antes de meter en ella mi costillas
el sentimiento humano
de un descanso
cuando mi cerebro
ya no es capaz
de simular el raciocinio.

3 comentarios:

  1. estoy visitando tu blog es maravilloso , un placer para leer.
    un saludo.

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  2. la cama a veces, nos adueña, nos duerme, nos hace soñar, nos desvela, esconde secretos, qué curioso componer un verso a la cama

    un abrazo Txanba

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  3. Ójala yo pudiera hundir mis costillas en la cama y dormir como un bebe. pero Morfeo, creo, se enfadó conmigo.
    Besos mil!!

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