jueves, abril 01, 2010

la felicidad

Él se le acerco a Nada, y tuvieron una conversación. Esta conversación transcurrió en algún sitio de una ciudad que está en algún país.

Nada
- Y tú ¿qué quieres?.
El - Quiero lo que tú tienes.
N- Y qué es lo que tengo y, que tú tanto deseas.
E- No lo sé. Pero, estoy seguro que tú lo tienes. Y por eso es que yo también lo quiero. Si estoy aquí sentado frente a ti es porque deseo tanto lo que tienes.
N- Pero no tengo nada. Es más así me llamo, y así me llaman. Lo que ves en mis manos es lo único que tengo, nada. No tengo más que ofrecer, esto es lo que tengo, nada.
E- ¿Sí?, entonces porque todo el mundo que pasa y te observa, cuando te miran, les cambia la cara?. Te miran como si no entienden... y, se marchan, en vez de saber lo que tienes..., se marchan con más interrogantes. ¿porqué?
N- No lo sé. Lo que sí sé es que no tengo nada y soy feliz. Quizás por que no tengo nada y me llamo precisamente así, Nada.
E- Eso quiero.
N- el qué.
E- Eso, tú lo has dicho.
N- el qué.
E- Felicidad.

2 comentarios:

  1. Precioso diálogo. El problema de la mayoría de los infelices es que creen que la felicidad se alcanza teniéndolo todo.
    Cariños!

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  2. y entonces Él tomó la felicidad de las manos que Nada abrió para abrazarlo, en ese instante la sonrisa de Él se hizo plena y sus ojos brillaron como nunca antes lo habían hecho.
    Y Nada, que no había dado nada, también sonrió porque al fin Él había descubierto lo que deseaba...
    ...y sintió que, por primera vez, su nada era algo.

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