"yo ví la luz en un país perdido."
(Camilo Pessanha)
Era como un arcoiris que aparecía frente a mi.
dejábame algo parecido a una tempestad
que en vez de alegrarme, perforaba mi alma
y el recuerdo subía sobre mí como cual hiedra fecunda.
Era como un silencio que entraba como aguja
en mi costado izquierdo y hacía cosquillas en vez
de un dolor, que cobardemente me recordaba
que no era mi efugio, aquél que busqué siendo niño.
No sé si tiene que ver con los pájaros que pinté
en algún papel, que ahora, corroído por el tiempo
descansa velozmente en otro rincón de mi alma.
No sé que sensación he de sentir cuando vuelva
y entreteja, otra vez, la vida que dejé a mi partida
en esas calles de asfalto ensombrecido ahora, por el olvido.
Era y no sé qué tendré que hacer para empezar
otra vez, con los recuerdos que cargo en alguna
parte existencial de mi memoria, ¿me entiendes ahora?
es el tiempo y no yo, es el sitio y no yo...
¡Oh! quien pudiera verme de reojo y percibir
lo que mis letras insinúan en este escrito.
sábado, diciembre 12, 2009
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Quien mas que tu…creo que nadie mas puede mirarte de reojo y entender el por que de todo…
ResponderEliminarMorriña... tu poema está envuelto en una herida de esas que se acomodan en la lengua dulcemente, pero no por eso duelen menos o más.
ResponderEliminarSer y estar y la memoria se llena de olores antiguos que nunca se van.
cordiales saludos
un país perdido, un arcoiris, un silencio-aguja, un pájaro-papel-pintura,una calle-asfalto-ensombrecido, el tiempo, el sitio y una memoria-recuerdo...
ResponderEliminartempestad, dolor, efugio, olvido
alegría, cosquillas
¿qué tal si al sitio y al tiempo le agregamos ternura, cariño, pasión, besos, caricias, mimos y miles de manos prestas a esculpir corazones nuevos? vamos, prepara unos versos para escribir sobre estos corazones, ellos mirarán de reojo y te regalarán sus sueños, inspirados en tus letras...
Porque de pronto los recuerdos son como empujarnos al precipicio y nos frenamos, y resistimos... porque caer parece perderse, y perderse parece fatal... pero no hay nada de eso... ¿qué seríamos sin el dolor vertical de la caída constante en un mismo?... ¿qué seríamos si no poudiéramos perdernos y regresar, desaparecer y renacer miles de veces, acada instante...?
ResponderEliminarPorque no hay más que el recuerdo, ya que el presente es el precipicio donde saltamos... y tu vives ingravitorio e imperceptible...
Tus letras, querido Txanba, insinuan ternura, añoranza, fe, esperanza, amor...
ResponderEliminarSon maravillosas palabras... casi magicas.
Mil besitos!!!
Imposible no comprenderte poeta..
ResponderEliminarMuchos cariños!