martes, marzo 30, 2010

sortilegios de mi corazón

"no sé, ya ves, ni como sos"
Julio Cortázar.


Cómo no equivocarme
si en vez de escuchar a un canario
escucho la melodía artificial de un coche
que no deja, el conductor, de sonar el claxon
todas las mañanas frente a mi ventana
y que en vez de ver volar aves veo
hierro, metal volando por el cielo.

Cómo adivinar las curvas
que tienen tus caderas
si en vez de verte a ti me veo
a mi mismo en el espejo, todos los días.
Pero te veo clara, silente e
inasible a mis manos, pero estas.

Cómo no sentir el hálito tímido
que el viento me susurra al oído o acaricia mis cabellos,
y me vuelvo porque pienso que es tu expirar el que me acaricia el cuello
Cómo no saber a que huele tus cabellos,
si sólo te he visto una vez las tímidas canas que asoman en tu pelo.

Cómo no creerme que soy a quien esperas
si por más que te escriba sólo tengo
unas cuantas palabras por compromiso y
sigo viendo en ellas
que realmente existo para tu corazón.

Porque a estas alturas
estoy convencido de que
si palpita mi corazón, es porque
cuando te siento o cuando leo lo que tú me escribes,
él, mi corazón, palpita
y como en un sortilegio henchido
viene y te percibe, aunque tú no me digas nada.
él ritmo es más una melodía que suena y suena
como adivinando que te importo.

2 comentarios:

  1. Este poema es muy bello, pareciera una espera de amor en eterna devoción hacia ese ser que os transmite tanto e inspira para escribir de manera sensible vuestro entorno, vuestros tiempos.

    Me ha gustado mucho
    Alejandra

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  2. Leer y sentir es un buen cóctel, las emociones se disparan, transmites cercanía y calidez. Tu corazón está hechizado, sí, de un amor romántico, de un amor sensual, ese hálito tímido que el viento te susurra, con todo lo que le sigue, me ha encantado, es como cuando una suave brisa te llega al rostro y todo lo inunda.

    Un saludo

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