miércoles, mayo 09, 2007

Escritos diáfanos


Las arañas
andan entre
mis sombras
y deambulan
como queriendo
enmarañar mis manos.

Los hombres

uno a uno
disimulan.
mientras en la tele
El infierno
Ya es parte
De nosotros.

No hay más
que el espanto
Que el rostro ajeno
de los vivos...
Esos que andan
como esperando
que del cielo
les caiga un ángel
y camine junto a ellos.

Prefiero
el silencio oportuno
a una voz
que clama
en el desierto.

Hay mil razones
para seguir luchando
pero, la principal,
la única, la mas simple
es por ver sonreír
a los infantes...
bueno, vale,
me refiero a los niños.

No, no digas nada
solamente
Hazte la dormida.
y duerme, sueña
mientras no
Suspendas la respiración.

Jamás diré
que soy fiel
porque
esa palabra
me deprime.

Un beso, no es suficiente
para demostrarte
que entre vos y yo
hay una sensación
que no se entiende.

¡Ves!,
el ciego
cuando dijo
esas palabras al pasar.
Tenía razón y eso,
que nosotros la vemos.
Pero él, a nosotros no.
Sin embargo tenía razón.
Porque la injusticia
es e-vidente.

1 comentario:

  1. Uff, hace cuanto no me paso?? en serio que me suelo pasar a menudo pero como no actualizabas... este poema me gusta especialmente, me parece sencillo y sólo lo sencillo es sincero del todo, porque toca desde abajo arriba, sube, hay otros poemas que van de la cabeza al cuerpo, este va del cuerpo a la cabeza...
    Un saludo, me alegro de que actualices.

    ResponderEliminar