...He abarcado casi todo por vos en esta tarde
y aquí sigo inventándole al tiempo, más tiempo.
Y deshojándole al espacio las margaritas
que pienso regalarte el día de nuestro encuentro.
A las cinco de la tarde.
XIII
Vi morir en silencio
a las cinco de la tarde
un ave que llegó a mi ventana
si, eran las cinco de la tarde.
Vi volar un pájaro en esta ría
antes de las cinco la tarde
y en sus alas llevaba otro ave
a las cinco de la tarde.
Vi a una anciana golpear
con bastón al
calor de otros tiempos
para adelantar el reloj a
las cinco de la tarde.
Vi aparecer del cielo un
escarabajo gigante
que me invito a huir
y me hizo esconderme en
mi efugio de este exilio,
en esta habitación
a las cinco de la tarde,
si, a las cinco de la tarde.
sábado, mayo 19, 2007
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vi morir el silencio a las cinco de la tarde... esa declaración la amo, pues el cinco es un número mágico, lleno de esoterismo, de perfecta alquimia... entonces, en el cinco te transformas, te haces más que sonido, silencio, palabra, o amada... a las cinco de la tarde el mundo se abre y en vez de tragarte te ama.
ResponderEliminarUn beso. Gracias por estar conmigo en mi casa.
a vos por compartir tu espacio y tu palabras.
ResponderEliminarYo también te leo. Hoy he quedado maravillada con todo lo que he encontrado.
ResponderEliminarAbrazos,
Nora
berdin eta milaezker, nora. igualmente y mil gracias, nora.
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