sábado, junio 02, 2007
discusiones con uno mismo.
I
No admito que la alondra
diga groserías de la noche
cuando contemplo a penas
tu figura desnuda en mis brazos.
No admito que las luciérnagas
adviertan la mentira en mis manos
y se regocijen de mi esperma vacío
el que contemplo estando solo.
II
Que el alquimista de la locura
sepa cuando nace nuevamente el compromiso
de los que yacen compartiendo un beso,
un verso, o solamente el acento
apócrifo, del que todos somos parte.
Aquí allá o en este laberinto
sin racimo, sin nombre,
anónimo y cautivo, silencio...
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yo tampoco lo admito.
ResponderEliminarOjú, qué profundo. Es que no sé qué decirte para no repetirme....
ResponderEliminarMe encanta tu manera de escribir, transmites sensaciones y sentimientos.
Me gusta...
Besotessssssssssss
debora... no admitamos entonces y breguemos...
ResponderEliminarya sabes patri, que lo que digas viene bien, un besos
Así sea, y que el alquimista lo sepa siempre, dentro o fuera del laberinto. Por si acaso sirve de algo que lo sepa..
ResponderEliminarUn beso.
El amor será siempre un tema de discusión con uno mismo, porque representa la vida misma. Abrazos
ResponderEliminarme agrada tu blog... te agregare.. ;)
ResponderEliminarNo admito dejar de leerte, realmente disfruto mucho como juegas con las palabras...
ResponderEliminarya arregle el reproductor.. para que te des una vuelta.. saludos y gracias por tu visita.. y tu coment.! besos muchos besos!
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