A ella la desnudo con las
manos vacías.
La descubro con estigmas
en sus labios
y después de adivinar
cada palmo de su cadera
voy a los lunares que tiene
en la espalda
me dice - que soy el único que
he llegado a la cima –
Reconozco que
me dan vértigo
las alturas.
Jugamos a encontrar
el único lunar que
tiene entre sus piernas.
Reconozco
que me duele ser fiel
aunque sea en este
pequeño poema.
Pero que quede claro,
que si llegué al lunar
fue con su permiso.
A pesar de que mi cara
diga lo contrario,
no sé si me explico.
lunes, junio 18, 2007
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Silvio Ridriguez es excelente,nadie tiene tanta maestría y sentimiento en sus piezas como el, me agrada encontrarlo hoy en dia, gracias pro compartirlo con nosotros.
ResponderEliminarun gran saludo
Claro que te explicas y muy bien. Es un poema, para mí, profundamente erótico. Me gustó mucho el comentario que me dejaste en mi blog esta mañana, háblame cuanto quieras con las manos, es todo un placer para mí.
ResponderEliminarUn abrazo muy especial
Bueno, no está nada mal el resultado para ser un buscador de lunares con vértigo..
ResponderEliminarTe explicas perfectamente. :-)
Un beso.
ummm pues yo no entendí, jaja, q rico recordar todos los lunares. chau
ResponderEliminarTe entendí a la perfección. o_-
ResponderEliminarBesotesssssssssssss